sábado, 4 de septiembre de 2021

Venus de Tacarigua, Diosa madre ancestral





Lelia DelgadoLelia Delgado Rodríguez.

Arqueóloga, antropóloga e investigadora del CINAP (Centro de Investigación Nacional de Artes Plásticas) de la Galería de Arte Nacional (GAN) y del Departamento de Investigación del Museo de Bellas Artes de Caracas.

Los grupos valencioides que habitaban la costa central de Venezuela y la cuenca del Lago de Valencia ("Tacarigua") desarrollaron una alfarería de alta calidad estética, destacándose las estatuillas antropomorfas femeninas -conocidas como "Venus de Tacarigua"- como elemento icónico expresivo. 
La abundancia y variedad de las mismas indican su importancia simbólica en las actividades sociales.

Con el surgimiento de la estratificación social en los grupos valencioides, comienza a resaltarse el papel individual de los sujetos, y consecuentemente la producción de figuras antropomorfas. En general estatuillas femeninas de 7 a 18 cm de alto, desnudas, con piernas bulbosas, resaltando pies, glúteos y genitales, brazos y manos colocados sobre la cintura o sosteniendo la cabeza, representando ésta hipertrofiada alcanzando volúmenes ovalados o naviformes; fuertes y decididas proporciones invocadoras de sexualidad y fertilidad.

Algunas presentan bandas inciso-punteadas en sus cuerpos, en ocasiones incisiones sobre las mejillas, labios y cejas, que aluden a la decoración corporal. Acerca de su manufactura, Lelia Delgado dice: "...fueron realizadas en arcilla algunas macizas y otras huecas, hechas por el método del enrollado y el modelado, que consiste en la superposición de rodetes de arcilla que, alisados posteriormente, constituyeron los cuerpos cilíndricos sobre los cuales se ensamblaron las cabezas modeladas previamente.", y respecto a su rol : "...la importancia de la mujer debió permitir la formulación de mediaciones simbólicas propiciadoras, que debieron expresarse en las múltiples objetivaciones de la conciencia social, en los mitos, en las ceremonias destinadas a la magia y seguramente se manifestaron en las formas particulares que adquieren las derivaciones sensitivas y sensoriales como representación de los modelos estéticos, que en estas sociedades parecieran demostrar un alto grado de convencionalización."

Es notable su presencia en el Archipiélago de Los Roques, a 135 km de la costa venezolana, en la diminuta isla de Dos Mosquises -"puerta" de entrada y salida del mismo- se encontró el 20% del total de estatuillas valencioides. Allí concurrían los hombres a explotar el botuto (Strombus gigas) un atractivo recurso para su economía.

Los ritos que se llevaban a cabo en el archipiélago fomentaban la unión espiritual de los hombres que operaban lejos de sus tierras; concluida la travesía se realizarían los ritos de agradecimiento, como ofrenda para la buenaventura del viaje de regreso. Las figurinas femeninas asumían metafóricamente el papel de las mujeres que estaban ausentes, probablemente simbolizaban sus cualidades protectoras reprimiendo las fuerzas sobrenaturales asociadas al mar y cuidando a los hombres de los espíritus malignos mientras se encontraban en el archipiélago.

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