EN LAS MONTAÑAS DE MARÍA LEONZA (I)

"Te pintan los que no saben medir la luz de un secreto,

los que nunca en sus dominios la belleza comprendieron, 

como una reina maligna.

dueña de un turbio dinero.

que das a trueque de almas

sin el permiso del cielo".

José Parra, en "María Leonza"

-I

Miles de personas rinden culto a Maria Leonza, en las Montañas de Sorte, en el Estado Yaracuy.

La "Montaña Mágica" de Venezuela se alza en las inmediaciones del simpático pueblo de Chivacoa. Allí se dan cita los visitantes de Sorte.

¿Qué es María Leonza? ¿Mito? ¿Leyenda o superstición? Nosotros fuimos a Sorte .....

La Verdad, Caracas, 27 de enero 1966

EL PALACIO DE LA REINA

Sorte, significa suerte y para los ocultistas "sortes Sanctorum" (lat) "la práctica sagrada de echar suertes para fines de adivinación".

En la edad Media se consideraba que cuando el "sortes sanctorum" era practicado por "laicos, herejes o paganos", de cualquiera especie, se convertía en "sortes diabolorum o sortilegios", escribiendo en criollo en hechicería.

Es hasta hoy un misterio conocer quien bautizó con el nombre de Sorte, la hermosa sierra que está al lado del simpático pueblo de Chivacoa, y separada del Central Matilde, por la frontera natural que forma "el río de Don Juan de Yaracuy".

Pero así como nadie sabe de donde viene Sorte, si se sabe lo que ocurre en la montaña. Los más viejos del lugar cuentan lo que es cucharon de sus padres, quienes a su vez lo conocieron cuando eran niños. Esta es la leyenda:

María Leonza, es una diosa reina de los animales y su poder reposa en las aguas de los ríos de la montaña. Tiene en Sorte un palacio bellísimo, en donde se encuentra todo lo hermoso que la mente pueda imaginar. Los salones del Palacio de la Reina son infinitos.

Este palacio está bajo permanente encanto, por lo que nadie puede verlo. Lo que observamos como una roca, es quizás un trono de oro; un árbol hermoso es posiblemente una torre de alabastro...Si la morada de la reina es extraordinaria, más singular es la composición de su Corte: espíritus poderosos, pero amables viven con ella ayudándola en las funciones de Gobierno. Hay algunas princesas y las más famosas son María Leona, Guillermina y la niña Flora. Vienen luego los Don Juanes, tremendos espíritus que serían unas especies de Ministros con sus dominios  ilimitados sobre elementos naturales. Está como Primer Ministro Don Juan de las Aguas; hay una especie de Ministro de la Defensa, que sería Don Juan de los Vientos; está Don Juan de Yara cuy, un Ministro de Agricultura amable, dueño absoluto del río que lleva su nombre; en la corte se suele ver a un travieso y simpático Secretario de Gobierno, llamado Francisquito, personaje risueño, amante de travesuras y que suele perder a los excursionistas o aparecer de pronto convertido en venado y mirar fijamente al visitante para luego lanzar una carcajada y salir corriendo. La Diosa le llama muchas veces la atención a Francisquito, por sus bromas pesadas a los visitantes, pero el Secretario es incorregible. Está también Enriquillo, otro espíritu curioso, que vive observando todo, las buenas y las malas acciones, de quienes se aventuran en el bosque para luego ir con el cuento a María Leonza. Cortesano, fundamental dentro de aquel palacio es el negro Felipe, especie de gran mayordomo, encargado de que todo esté siempre en su lugar.

María Leonza, acostumbra pasear a veces con sus grandes rebaños, en donde van almas que pactaron con ella... Su corte la sigue en silencio. Se cuenta en Chivacoa, que hace treinta años un señor muy rico subía siempre la montaña todos los viernes y su fortuna aumentaba y aumentaba hasta que murió y todo el pueblo se estremeció: un poderoso viento sacudió las viviendas... Era Don Juan de Los Vientos, que se acercaba a reclamar el cumplimiento del pacto con María Leonza... De esta antigua leyenda parte la creencia campesina de que pactar con María Leonza es pactar con el demonio. La imaginación popular se preocupó mucho por el hecho de que una Diosa tuviese tanto poder y entró entonces un nuevo factor en el mito: María Leonza era la mujer del diablo.

Por eso destacados folkloristas venezolanos cuando hablan de María Leonza, se hacen eco de esta especie.

Olivares Figueroa, por ejemplo, dice: "Se la considera emparentada con el Diablo, o bien una encarnación del mismo; siendo su misión especial la de dispensadora de bienes materiales: fortuna, salud... a cambio de los servicios que sus siervos deben rendirle cuando mueren, guardando sus enormes rebaños de ovejas, cabras, etcétera, en sus do minios, sin apelación ni esperanza de ser redimidos con al teme el tiempo. Muchos suponen que posee amplísimas cuevas en montañas inextricables, que no es posible, sin embargo, localizar, o que es la mujer del Diablo. Si se desea tratar con ella, se la conjura por medio de oraciones y, cuando aparece, hácese el pacto"

Sin embargo, hay un divorcio total entre lo que dicen los folkloristas sobre la reina y lo que piensa el pueblo, en la ciudad y en el campo. Hoy en día todos consideran a María Leonza, como una deidad entregada al bien. Los campesinos no le dicen María Leonza, ni María Lionza, sino simplemente la Reina. Ellos tienen también historias distintas sobre el origen de la Reina. Las versiones más difundidas son estas:

¿ERA ESPAÑOLA?

El personaje central del mito no nació en Venezuela, sino en España, aseguran muchos. Dicen que María era la esposa de un español, dueño de las tierras cercanas a Sorte, y que ganó el aprecio de toda la Indiada por su espíritu caritativo. En donde un indio estaba necesitado allí se encontraba María, quien solía repartir onzas de oro entre los pobres y esta es la causa de que el pueblo la bautizara con el nombre de María de la Onza, lo que luego al correr de los años se convirtió en María Leonza. Agregan los divulgadores de esta leyenda, que María tuvo una hija, quien casó con un indio.

La hija de María Leonza, se llamaba también María y por su carácter y extraordinario valor la bautizaron como María La Leona. 

Esta muchacha se fue con su marido, el indio, a vivir en Sorte, en el sitio, que hoy se considera como Palacio de la Reina, gruta extraordinaria de singular belleza. El esposo de María muerto por los españoles, y María la Leona, desesperada, se ahogó entonces en uno de los pazos cercanos a la gruta donde vivía, María Leonza, ante esta tragedia, renuncia entonces a los blancos y marcha a la montaña de Sorte, en donde encabeza la resistencia, pese a que ya el hispano es dueño y señor.

Va y vive y en la misma gruta, donde tenía el hogar María la Leona y desde allí se dice que hacía señales con humo a las Indios del valle, lo que facilitaba grandemente los asaltos y emboscadas, María Leonza, al ver lo inútil de aquella resistencia se ahogó también en el mismo poto donde murió María Leona. 

Pero esta no es la única versión popular. Hay otras: a) María Leonza, era una india hija de un cacique y vivía en Sorte; además tenía facultades mediúmnicas, es decir, podía comunicarse con los espíritus. Era la gran sacerdotisa dedicada a la causa de los indios y al ver que todo se habla perdido, prefirió lanzarse desde la roca, considerada hoy su temple llar6 Toda como la tribu por muy poco tiempo la pérdida de María Leonza, pues los Indios continuaron viéndola, mucho más bella que cuando vivía....

Algunas veces se transformaba en mariposa y cuando alguien intentaba hacer algún mal en la montaña, entonces hasta en ese momento la bondadosa María Leonza, aparecía convertida en serpiente.

El ofidio está íntimamente ligado a la leyenda de la Diosa. Una de las cosas que se cuenta de su palacio encantado es que para probar el valor de las almas que tienen el privilegio de llegar hasta allí les ordena sentarse sobre gigantescas culebras enroscadas...

Las versiones sobre el origen de María Leonza, coinciden en situar al personaje en Sorte y en fijar como centro fundamental de la leyenda a la gruta inmensa que allí alza y que es conocida como Palacio de la Reina.

Todos los personajes de la Corte de María Leonza aparecen en la Oración del Tabaco, especialmente los Don Juanes.

De ser historia y no leyenda la especie de María de la onza, el personaje vivió después del 1.600, por cuanto fue a fines de ese año que llegaron a Venezuela procedentes de México, Lima y Santa Fe de Bogotá, las primeras onzas o macuquinas, do monedas de oro, de 28 gramos aproximadamente.

¿Por qué el mito de María Leonza, dio un viraje de 360 grados y se convirtió al personaje en una deidad entregada al bien? ¿Cuándo comenzó esa transformación? ¿Por qué lo que los folkloristas dijeron sobre María Leonza está totalmente divorciado de lo que la gente de pueblo cuenta hoy? Vale la pena que los especialistas lo averiguen.

Pero hay algo cierto: María Leonza, es hoy en día algo más que un mito. Nosotros lo vimos en la montaña de la Reina. 

A LAS PUERTAS DEL PALACIO

Miles de personas de toda Venezuela van a las montañas de Sorte. Es impresionante el número de portugueses e italianos que visitan también los santuarios de la Reina. Chivacoa tiene establecimientos comerciales dedicados única y exclusivamente a la venta de perfumes, tabacos y "recuerdos de María Leonza". La montaña es Parque Nacional y tiene apenas dos meses de ser accesible al público, por cuanto permaneció cerrada por orden del gobierno durante casi ocho meses.

La causa del cierre es hasta lógica: muchos no iban a dedicar ofrendas, sino a beber aguardiente y se suscitaban riñas, algunas de ellas con saldos lamentables. También se estaba acabando con la riqueza forestal. Lo que sí estuvo mal fue el procedimiento utilizado para el cierre: algunos santuarios --de gran valor folklórico--fueron destruidos.

Los automóviles llegan hasta el río, que sirve de frontera natural entre el Central Matilde y "las tierras de María Leonza". Algunas personas que poseían fundos dentro de Sorte los entregaron al Estado, "porque son tierras de la Reina". El Central Matilde, permite el acceso a todos los visitantes hasta el río. La Guardia Nacional revisa los vehículos y pide identificación. Hay orden de no dejar pasar licor, pero los devotos se las ingenian, porque el culto establece que hay que ofrendar a la Diosa cocuy, ron o aguardiente.

EN LAS PUERTAS DE LOS DOMINIOS DE LA REINA

Es fundamental para llegar a Sorte contar con guías iniciadas, estos personajes son famosos en Chivacoa, porque son los únicos que se atreven a conducir a los visitantes no iniciados en culto hasta el Palacio de la Reina. Un guía profano no se atreve a aventurarse, porque es creencia popular en toda la zona de que le esperan terribles castigos.

¿Qué se necesita para ser guía iniciado? Lo fundamental es creer en María Leonza y conocer lo que los mismos guías explican, con una frase muy sencilla: "algunos secretos". Antes de uno iniciar la marcha a la montaña el guía pide dinero para comprar ron "para las ofrendas" tabaco y velas. Sin estos tres elementos no se puede subir. 

Debidamente aprovisionados iniciamos la marcha al río. La sierra reposa como un gigantesco saurio, a las espaldas del central. 

El río es angosto, pero cuando crece, me dicen que es impresionante. 

Cerca del río están los "portales" destruidos. los iniciados llaman portales a los santuarios. Uno de estos portales estaba dedicado a Don Juan de Yaracuy -explica Baudillo nuestro iniciado- y el otro a Don Juan de Sorte. Fueron destruidos cuando se ordenó el cierre de la montaña, los campesinos acusan a la Guardia Nacional como responsable del hecho, considerado por ellos de "criminal".

Baudilio Viscaya, pequeño con ojos dormidos y descalzo, se acerca al portal de Don Juan del Yaracuy. 

¿Qué va a hacer Ud? 

--La ofrenda, señor, porque es el dueño del río. --Baudilio se aproxima humildemente y enciende una vela luego moja con ron todo lugar. Después se arrodilla y alza sus brazos al cielo.

Vamos!!! Dice al levantarse

Baudilio, va adelante y al llegar a la orilla del río comienza a rociar las aguas con ron:

--"Hago esta ofrenda en nombre de Don Juan de Yaracuy. Este brindis es para que Don Juan del Candado destranque el paso y nos envíe la benevolencia de todas las cortes divinas, principalmente en nombre de nuestra Reina María Leonza".

Baudilio, ha vaciado toda la botella de ron en las aguas y entonces habla con gran confianza:

-"Ya tenemos el permiso de Don Juan del Yaracuy ahora si podemos pasar el río. Adelante!!!".

El agua está fría. En la otra orilla nos espera la montaña de María Leonza...

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