sábado, 9 de octubre de 2021

EN LAS MONTAÑAS DE MARÍA LEONZA (II)

 


Una médium asegura

LOS ESPÍRITUS SE MATERIALIZAN
En el palacio de la Reina


Por Oscar Yánez

Fotos: Manuel A. Lugo 

EL NEGRO FELIPE NOS SALE AL PASO 

-II


Nuestro guía-iniciado y los visitantes logramos alcanzar la otra orilla del río. Ya estábamos en los dominios de María Leonza, Caminamos por un sendero y nos internamos en el bosque. Un grupo de peregrinos venía cantando: "Vamos en busca de paz y amor María Leonza, tu eres paz y amor. Siempre a tu lado estaremos Para luchar contra el mal" 


Baudillo, el guía, los llamó hermanos y ellos también nos llamaron hermanos.


No caminamos mucho, porque el guía se detuvo frente a un árbol gigante. Muy cerca hay un altar triangular. El baqueano se arrodillo y después de encender una vela comenzó a orar: -"Pido de todo corazón al Negro Felipe, fuerza y voluntad para cada uno de nosotros, para que podamos llegar al portal divino de nuestra madre reina María Leonza". 

-¿Por qué le pedimos permiso, Baudilio?
 -Guá, porque ellos son los dueños de esto, si Don Juan de Yaracuy y el Negro Felipe no quieren que lleguemos allá arriba, puede usted estar seguro que no llegamos.

El altar del negro Felipe está lleno de velas y cabitos de tabaco. Este negro Felipe, gran mayordomo de María Leonza, es una de las figuras más curiosas de los caminos venezolanos: en remotos parajes y en modernas carreteras no es noticia encontrar en un botiquín o un restaurant un altar dedicado al Negro Felipe. En muchos de ellos tiene alumbrado el clásico grabado del Negro Primero, con el pañuelo en la cabeza y lo presentan como el negro Felipe; sin embargo este negro Felipe no tiene absolutamente nada que ver con nuestro glorioso Pedro Camejo, muerto en Carabobo. 

La subida al Palacio de la Reina es dura. Un camino angosto va desafiando la montaña y por allí trepan los viaje- ros acosados por el sol. El corazón late con fuerza, las piernas se calientan y el sudor moja la cara. Los guías alientan con frases que para ellos tienen gran significado, pero que para uno no significa nada:
-Ya llegamos a la subida amarilla!

-Estamos en la piñita!!
-Ahora viene la última subida... -Esta "última subida puede llegar a la hora de estar caminando sin tregua, o también a las dos horas. 

Cuando sudoroso y cansado cubre ud esta última cuesta cruza entonces por otro sendero y apenas ha caminado muy pocos metros se encuentra con una roca inmensa, en cuyo interior hay un altar. 

-Ese es el palacio de la reina-dijo Baudilio. Alguien pintó la roca de azul y otros devotos colocaron una escalera de hierro que permite subir a otra pequeña gruta, en donde hay otro altar, Cerca de la roca hay muchas placas con leyendas testimoniando milagros. Sobre el altar hay vasos con aguardiente, flores y frutas. Hacia el lado derecho un bejuco se balancea en forma de columpio y las piedras forman una escalera natural, Este camino conduce a otros altares y a un pozo consagrado a Don Juan del Tesoro. Las piedras inmensas y el agua cayendo a través de ellas constituyen un conjunto verdaderamente hermoso, La visión del valle con las tierras parceladas es maravillosa y por todas partes las huellas de velones y lámparas. La cera muchas veces deja sobre las rocas figuras curiosas: una mano, un pie, un brazo... Quienes cultivan las ciencias ocultas estudian estas huellas y sacan conclusiones y mensajes.


Una familia acampaba cerca del propio altar de María Leonza cuando nosotros llegamos. 

Tenían fuego y cerca del fuego un recipiente con agua y flores. Nos explicaron que preparaban "agua de flores", para combatir ciertas dolencias.

El señor era médium. Casi todos los que por algunas horas viven en la gruta cultivan el espiritismo. 

-¿Ha visto usted a María Leonza? le preguntamos al señor. -En forma de mariposa sí. Ella viene aquí cuando se la invoca. 

-¿Por qué todos los médiums vienen a Sorte? 

-Este es un centro magnético, señor, en donde aunque muchos se rían se pueden hacer grandes "trabajos" con facilidad.

-Es más -añadió- aquí se pueden materializar los espíritus. Mucha gente los ha visto. Quizás más tarde podamos hacer algún trabajo... 

-¿Usted escucha a los espíritus o los ve? 

-A veces los escucho, pero prefiero actuar como "banco".

-Luego me explica que "banco" en espiritismo es el ser en quien el médium se apoya para buscar recursos espirituales y desdoblarse más fácilmente.

-Muchas veces -continuó nuestro médium- se ha dado el caso aquí de que se ha visto mucha gente. Visitantes que hablan con uno y sin embargo, ni han subido, ni han bajado, ni han cruzado el río... Son espíritus materializados que sólo un médium desarrollado puede identificar. 

-¿Cómo pudiera usted saber -me preguntó al mirar mi escepticismo- si yo soy un espíritu materializado o si en verdad soy como usted?

-Usted tiene materia y no puede ser un espíritu... 

-El viejo recibió mi respuesta con una sonrisa piadosa. Era un hombre humilde que se apoyaba en una rama, que evidente mente había cortado hacía pocos minutos.

-También los muertos se revisten de "materia" en ciertas ocasiones; esto es se forman para sí mismo, utilizan do los materiales que tienen a mano; que se encuentran en la atmosfera, y las emanaciones de los circunstantes, un cuerpo temporal que tiene el parecido humano del difunto cuando estaba vivo. La materialización es tan natural como cualquier fenómeno atmosférico. La electricidad, como materia fluida, aunque invisible, existe siempre en el aire y se manifiesta bajo diversas formas, pero solo cuando existen ciertas condiciones para "materializar" el fluido, cuando pasa de su pro pio plano al nuestro y se hace objetivo. Una cosa parecida ocurre con las formas astrales de los muertos...

Escuchamos algunas voces. Se acercaban otros visitantes. Todos llevaban flores y frutas. Después se fueron retirando. La noche se acercaba, Encendimos dos lámparas de gasolina que habíamos llevado, Hicimos fuego y dos hogueras estratégicamente colocadas nos defendían de la plaga. La noche transcurría tranquila. El viento iba apagando las velas del Palacio de la Reina. Baudilio, el guía se acostó sobre una de las rocas, muy cerca del altar. Los otros dos guías prefirieron reposar en el improvisado campamento que formamos a muy pocos metros de la gruta, Murciélagos, pequeños, bajaban y subían como aviones empeñados en una invisible operación de bombardeo.

Alguien se pone a contar cuentos y hacer chistes, Baudilio me llama y me dice en voz muy baja que eso es muy malo. Nos puede ocurrir algo. Relata luego la historia de la pareja que subió a la montaña a burlarse de María Leonza, Al hombre lo bajaron paralítico.

-Si todos guardamos respeto no ocurriría nada, pero si hay burlas, es seguro que aparece una culebra. 

-¿Matan ustedes muchas culebras?

-En esta montaña no. Las culebras son manifestaciones de la Reina. -¿Y qué hacen con las culebras? -La rociamos con aguar diente y ellas se van tranquilas...

Todas en el campamento están dormidos, o hacen que duermen, Son las doce. Se es cuchan los pasos de alguien que viene por el bosque. Una figura con botas aparece en el sendero. Dos sombras van detrás.

-Buenas noches... 

-Buenas noches... -Siguió derecho hacia la gruta y se inclinó ante el altar. Aunque las circunstancias son distintas me recuerdo entonces de Alberto Arvelo Torrealba.

"Entra callado y se aposta para el lado de la música.

Dos dientes de oro le aclaran la sonrisa taciturna."

"Oiga, vale, ese es el Diablo"

-La voz por la sala cruza.

Las rocas son inmensas y recorres el dominio de la Reina es difícil. 


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