lunes, 11 de octubre de 2021

EN LAS MONTAÑAS DE MARÍA LEONZA (IV)




 La Verdad

01 de febrero de 1966

-IV


Ella se llama Beatriz Veit-Tané. Este último nombre es un anagrama de Venecia, Se dice -no lo pude confirmar- que a la sacerdotisa le puso ese nombre el escultor Alejandro Colina y la compositora María Luisa Escobar, Colina, como se sabe, es el autor de la María Leonza, que sobre una danta siempre recibe flores y frutos en la autopista del Este, María Luisa Escobar, compuso letra y música de un himno a la diosa de Sorte.


La sacerdotisa fue al altar y empezó el rito del despojo. Este ceremonia -si la podemos llamar así- consiste en despojar a una persona de las malas influencias que pudo haber recibido. El médium lleva los brazos hacia lo alto, y trata a través de sus manos de captar las vibraciones. Luego se acerca a la persona y comienza a mover las manos muy cerca del cuerpo y a dar "pasos" por la cara y por el resto del cuerpo, como tratando de limpiar una capa invisible que cubre el cuerpo de quien se somete al despojo. 


Un médium muy culto es uno de los acompañantes de Beatriz. La sacerdotisa, sigue dando sus "pases" a las personas que se acercan, El médium le hecha perfume en las manos y ella entonces continúa con sus "pases", por la cabeza y el cuello de quienes quieren librarse de malas influencias.


-Esto, que hace la sacerdotisa tiene una explicación científica. El magnetismo es fuerza que existe en la naturaleza y en el hombre. En el primer caso, es un agente que da origen a los fenómenos de atracción, de polaridad, etc. En el segundo caso, se convierte en "magnetismo, magnetismo cósmico y terrestre. Mientras la ciencia, oficial rechaza este magnetismo animal y lo califica de "supuesto", los millones de personas de los tiempos antiguos y las naciones asiáticas de hoy los ocultistas, teósofos, espiritistas y místicos lo proclaman como un hecho.

¿Qué es el "magnetismo, para usted?.

-Es un fluído, una emanación. Algunas personas lo emiten para fines curativos, por los ojos y por las puntas de los dedos, mientras que todas las demás criaturas, hombres, animales y aún hasta objetos inanimados, lo emanan, ya como un AURA o ya como una luz.


La sacerdotisa inicia entonces otra ceremonia. Pide tabaco y velas. Enciende las velas ante el altar y comienza a fumar el tabaco, para entrar en trance", según explica. Todos sus compañeros fuman también tabaco. De pronto comienza a temblar y abre las piernas. Levanta los brazos hacia el cielo y hace una invocación.



-"QUE VENGAN A MI LAS FUERZAS DE LAS AGUAS, DE LOS ÁRBOLES, QUE VENGA A MI EL PODER DE LA MONTAÑA PARA HACER, BIEN A TODOS MIS HERMANOS.

QUE LAS FUERZAS COSMICAS NOS AYUDEN POR LA PAZ Y POR LA GRANDEZA DE MI PATRIA Y DE TODAS LAS NACIONES DEL MUNDO. QUE LOS GRANDES PODERES DE MI REINA MARIA LEONZA NOS DEN FUERZA PARA LUCHAR POR EL BIEN QUE TODAS LAS FUERZAS NATURALES VENGAN A NOSOTROS E ILUMINEN A NUESTROS CIENTÍFICOS. QUE EL SOL ME DE FUERΖΑ PARA SERVIR A MIS HERMANOS... 


Mientras la sacerdotisa invoca se mueve de un lado a otro como buscando algo que se mueve en el espacio. Su cuerpo tiembla. Después hace algunas ofrendas a María Leonza y deposita ante el altar vasos de ron, flores y frutas. Todos presencian la ceremonia con gran recogimiento Algunas madres traen a sus hijos y Beatriz los baña.

Otras señoras reciben pases magnéticos. Muchas mujeres fuman tabaco y sacuden las manos como un látigo que se agita en el aire. Están rezando la oración del tabaco:


"La rama de este tabaco, su ceniza y su fuego van ofrecidos al Rey de los Siete Espíritu; a la Reina Pepita, a la Reina Floripa, a la Reina Guanipa; a la Reina María Leonza, y al Rey San Marcos de León. A ellos les pido y les les vuelvo a pedir. A Don Juan de las Cuatro Esquinas; a Don Juan de la Noche; a Don Juan de las Puertas; a Don Juan de las Ventanas; a Don Juan del Sol; a Don Juan de la Luna; a Don Juan de las Estrellas; a Don Juan del Tesoro; a Don Juan del Dinero; para que me traigan dinero..."



Todos fuman con naturalidad. Algunos médium entran en trance. Otros se van a los pozos cercanos y cumplen allí con sus ritos.


Todos los espiritistas presentes no pertenecen a una misma Escuela; sin embargo -ellos explican- que ante el Palacio de la Reina cada uno forma su grupo y se entrega a sus prácticas sin molestar a los otros.


Algunas veces -dicen ellos es necesario "ayudar" para algún trabajo que está haciendo otro grupo y es entonces cuando por encima de sus diferencias, "forman cadenas", para enviar fuerza a quien la necesita. Después la sacerdotisa se va a un pozo para cumplir con el rito del agua. Luego piensan invocar a los espíritus de los indios.


Cerca de la gruta de María Leonza -marchando hacia uno de los pozos- hay una cueva negra. Un espiritista me dice al oído, que gente poco desarrollada hace en esa cueva prácticas de hechicería. -"Eso perjudica -asegura-, más a quien lo hace que a quien lo recibe..." Nos encaminamos entonces a la cueva de la magia negra. Hay una vela en el fondo. Está encendida.


Aquí estaban haciendo algunos trabajitos, hum...., -musita Baudilio, el guía-, iniciando. Prudentemente se retira. No entra. Se queda viendo.

-Aquí en ésta montaña, se encuentra de todo para bien y para mal. Pero que le vamos a hacer...

-añade con conformidad-.


En la cueva además de la  vela encendida hay cuatro velones en cruz, atados con hilo negro, una corona, de entierro y un poco de arena en un frasquito..


El médium, quien en horas de la madrugada cumplía con sus devociones ante el altar de María Leonza me manda a decir que esta noche en la montaña los espiritistas caminarán sobre la candela. Van médiums de toda Venezuela, Ellos también, llamarán a los espíritus de los grandes indios. 

-Allí estará Guaicaipuro, -me cuenta Baudilio- que sean toma tres botellas de ron de un solo trancazo...

Bajamos la montaña.

La sacerdotisa se está bañando en el pozo. Allí hay otra ceremonia, Veit-Tané saca una piel de tragavenado y se mete en el agua con el recuerdo del gigantesco ofidio... ¿Qué es lo que va a hacer?.


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