miércoles, 18 de julio de 2018

José Parra y la Diosa María Lionza



"Romance a María Leonza"


Para ver las ilustraciones hechas por Carlos Cruz Diez para este romance haz clic en la imagen superior



 ¿Quién eres? ¡Di, legendaria! 
 ¿De dónde llega tu acento?
 ¿Eres acaso la niña,
-codicia de aventureros-
que huyendo un día al rey criollo,
sembró su vida en el cerro? 

 ¿O eres, la reina del agua... 
esa de nube y misterio
que a la orilla de los ríos 
adoraron otros pueblos?

Yo no sé nada de historias.
Yo, que tal alba te quiero,
sólo sé que desde el fondo 
menos claro de los tiempos,
después de la Inmaculada 
eres la gracia del pueblo;
la que perfuma sus noches
la que madura sus huertos 
la que afina las guitarras 
y enluna a los limoneros,
la que humedece los labios
cuando los mira sedientos,
la que da fuerza a los hombres,
la que da espigas al suelo
 y dulzura a las mujeres 
en la fragancia del seno,
para que chupen los niños 
 tu cariñito materno. 

 Te pintan los que no saben
medir la luz de un secreto,
los que nunca en sus dominios 
la belleza comprendieron, 
como una Reina maligna 
dueña de un turbio dinero 
que das a trueque de almas,
sin el permiso del cielo. 

Pero yo que te he sentido
 como una novia en el pecho,
yo que he vivido en tu sangre 
y pernoctado en tus huesos, 
yo que sé como te agradan 
las fantasías del miedo,
voy a enseñar a esta gente
con voz amiga del pueblo 
lo que aprendieron mis ojos
 en "El Encanto" del cerro.

Nada de oscuras culebras 
 enroscadas... por asientos,
ni dantas para surcar 
largas noches de misterio,
ni personajes amargos,
ni pajarotes siniestros. 

Tu cerro verde, María, 
no es sino un poco de sueño;
allí solo puede oírse 
la tenue luz de silencio
 deletreando maravillas 
en los compases del viento 

Cuando llegué a tu morada, 
¡como surgiste al encuentro! 
¡Como te vistió de aromas 
la exaltación de mi verso! 
¡Que extraños ojos azules!,
¡Que río de luz el cuerpo!
¡Que palabras en los labios 
 mojados de sentimiento!
y ¡qué anillo la cintura! 
y ¡qué flores en el pelo! 

 Jamás mis años corridos 
vieron algo más perfecto. 
"Sorte" a tus plantas movía
su caminito de inviernos 
y en las piedras resbalaba
el agua de los recuerdos...

Allí reconstruí la historia 
que me contaron los viejos,
la que anda siempre en el aire, 
como un soplo de lo eterno.

Toda tu confianza un día
diste a un hombre predilecto
casas, terrenos, ganados
en su fortuna crecieron
y la provincia de todos
invadió sus documentos.

Viviendo como un patriarca
de los arcádicos tiempos,
fundó un hogar de diez sangres,
impuso audaz su derecho
y murió al fin de una sombra
que ignoraban los galenos

No dejó Escuela ni hospicio,
ni biblioteca ni templo,
elevadas ambiciones
jamás hubo en sus adentros,
pero sembró la comarca, 
dio trabajo en sus linderos, 
y se creyó campesino
y quiso un poco a tu pueblo...
Por eso no es tan desnuda
su historia en tu pensamiento.

Tras su partida en la noche
vino el primer heredero
y la región en sus manos
aró la tierra de nuevo.
Después llegaron los otros,
los que nunca la quisieron...
Desdibujaron tablones, 
aniquilaron vegueros
y cuando todo era polvo
ni adiós al valle dijeron.

Es aquí entonces, amiga,
donde regresas al cuento;
supersticiones antiguas
que surgen de tu reverso,
dicen que urdiste su fuga
y les borraste el dinero...

Y es que tú, lirio del agua,
y alegría de los besos,
sirena del caquetío,
y orgullo del romancero,
y Blanca Nieves del Bosque,
y espumita del lucero,
y canción de los bohíos, 
y esperanza de los tedios.

Tú que no puedes ver nunca
bajo este dombo de fuego
rumiando hambre a los hombres
en la bondad de tu suelo;

Tú que por dar a los tristes
de donde alzar el sustento,
te has afanado plantando
un estambre azucarero;

Tú maravilla del alba
y armonía del desvelo
y la mejor de las Reinas
cuando te nimba el respeto,
sabes también dar el paso
en los instantes severos...

Y así con fuerza de siglos,
a quien malquiere tus predios
lo desdeñas o lo arruinas
para que cunda el ejemplo.


Para escuchar este romance en la versión que hiciera Luis Cruz en el LP "Devoción María Lionza" hacer clic en la siguiente imagen:

José Parra, poeta yaracuyano (Chivacoa 1907 / La Victoria 1993) obtuvo en 1954 el primer premio en el concurso latinoamericano de poesía con el romance a "María Leonza", promovido por el Centro Literario Filosófico "Arca del Sur" de Montevideo, para escribir sobre un mito americanoEl nombre de la Diosa para entonces, difiere de cómo lo conocemos hoy día: María Lionza... 

3 comentarios:

Unknown dijo...

los felicito excelente

Rocco dijo...

Gracias hermano

José Guerra Photos dijo...

Muchas Gracias por compartir esta Hermosa obra, Bendiciones para Ti...