María Lionza y el Señor de los venados

De la extensa bibliografía sobre la tradición entorno al mito y culto a la Diosa venezolana, referimos hoy un aporte que hiciera Miguel Acosta Saignes (antropólogo, etnólogo, geógrafo y periodista) en su obra, donde recopila una parte poco conocida sobre el mito a la reina yaracuyana: La caza en las áreas que hoy comprenden a los estados Falcón, Lara y Yaracuy. 

Lo reproducimos a continuación:

"Conviene mencionar siquiera, ahora, el mito de María Lionza propios de los estados Lara, Yaracuy y parte de Falcón. Se trata de un gran mito, muy elaborado, en el cual, según la idea de AntolÍnez, intervienen elementos europeos, otros tal vez árabes, indígenas y africanos. A propósito de la caza, actividad muy ligada a María Lionza, dice AntolÍnez:

'En Lara, Falcón, y Yaracuy los grupos indígenas sentaron un tabú de cacería que en la localidad de Villanueva veda cazar Durante los terceros domingos de cada mes y miércoles de cada semana, a lo que dice Francisco Tamayo (...) la tradición indígena ha sido modificada por las ideas católico-españolas y las africanas, que se le sobrepusieron sin destruirla (...) En Farriar, municipio yaracuyano de la costa, con población predominantemente negra, uno puede encontrar que el Señor de los Venados se aparece a los cazadores revestidos de características atributos y ornamentos indígenas...' 

No podríamos detenernos aquí a explicar detenidamente todo lo relativo a Maria Lionza, que según Olivares Figueroa, vive en un reino acuático rodeada de músicas. Concluyamos con la opinión general que expresa Tamayo:

"Para estudiar el origen del mito de Maria lionza opino que debe separarse le de las deidades subordinadas y aún entre estas hay que hacer una distinción. Los dueños representarían a los dioses más antiguos de las religiones animistas primitivas. Maria Lionza sería una expresión matriarcal arawaca, se acota Antolínez... Los Don Juanes niños, etcétera, serían dueños influenciados por el mestizaje venezolano, o simples ficciones recientemente agregadas al culto original, para darle un vago matiz católico...'

Los Venados que mencionamos en relación al culto de María Lionza, diosa de múltiples sincretismo, nos lleva a otro tema: el de las piedras bezoar. Parece que en tal terreno estamos en presencia de otro producto de cruce, pues si bien los europeos trajeron algunas creencias en ellas, los indígenas, según las fuentes también les habían atribuido a los cálculos que se forman en el interior de algunos animales, propiedades especiales. La Relación Geográfica de Caracas, elaborada en 1579, explicaba: 'Entre los naturales se han hallado pie hartas piedras de ijada no se sabe de dónde han venido...' Y entre los aborígenes andinos, según refiere Lares, 'tenían como un precioso hallazgo encontrar en las entrañas de los Venados qué mataban las piedras o cálculos que suelen tener estos animales y las guardaban cuando iban de casa como un amuleto feliz... ´

Todavía se cree en las regiones llaneras que aquellos cálculos tienen propiedades especiales. De la concreción llamada curvinata, que se encuentra en el pez curvina, se piensa que posee virtudes diuréticas en el Guárico y zonas de Apure. Es general, además, en Venezuela, hablar de la 'piedra del zamuro',  misterioso talismán nunca visto, que dotaría a su poseedor con toda clase de poderes, si se llegase a encontrar. De alguien que triunfa con frecuencia se dice que 'tiene la piedra del zamuro'."

FUENTE:  Acosta Saignes, M. Estudios de folklore venezolano (1962)

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