lunes, 23 de agosto de 2021

Bendición de la Reina María Lionza




Por: Santiago de Jesús Rodríguez Moreno

Dibujo: Armando Quintero

Revista "Cábala"

Febrero de 1980


"La Reina Maria Lionza está tan cerca de Dios como estamos nosotros cerca de la luz de lo visual, de la materia y de la Luz Espiritual, cuando tenemos la dicha de mirarnos en Ella, o sea, cuando la buscamos por el camino de la conciencia, del respeto y de la moral, y luego la llevamos al cono de la Fraternidad Universal. " 

"Para poder compenetrar aún superficialmante el Poder Espiritual de Su Majestad La Reina Maria Lionza, es imprescindible basarse en el principio de: "Mente Sana en Cuerpo Sano". Hay que rebuscar detenidamente el propio yo, hacer un auto estudio minucioso de la conciencia, admitir sin recelo nuestras fallas, someternos a verdaderos sacrificios, hacer un esfuerzo sobrehumano para erradicar firmemente de nuestra mente y nuestro cuerpo la inmundicia que nos han dejado cientos de generaciones putrefactas".


"Es imprescindible llevar un camino de rectitud y confianza en sí mismo, con la estricta determinación de alcanzar la meta que se persigue, sin tomar en consideración los obstáculos y vicisitudes que se presentan en el trayecto".


"La Reina Maria Lionza de la Trinidad del Valle (Maria Lionza), es una Diosa ante las Huestes de Dios, que nació purificada en esta tierra ensangrentada por el pecado inaudito. Pero en un lugar aparte y purificado de ese terreno ensangrentado como son las montañas Los Negritos, lugar virgen donde nació la Hija del pecado. Esta, al salir de un vientre pecador, ya estaba en purificación, porque se hallaba en la virginidad de las montañas, loando a Dios en las alturas. Y Dios bajaba a ella con su resplandor Celestial, a darle el calor que merecia esa doncella, donde más tarde le impuso el título de Diosa de las Diosas Terrenales. La sabiduria de esta Diosa es inquebrantable, es una severidad ajustada a las faltas cometidas, y cuando son a sabiandas personales, no tienen perdón. Nuestra madrecita es terrible en sus castigos, porque así lo requiere su santidad y su poder; cuando alguna persona abusa de su bondad, lo castiga irreparablemente, y cuando cumplimos a cabalidad nuestros cometidos, hace florecer en nosotros la verdadera realidad de los hechos y favores pedidos. 

Lectores: Os bendigo en nombre de Dios y de la Reina".

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