LO SAGRADO Y LO FEMENINO se unen en esta tríada ocasional que ha saltado a nuestros ojos...
Es esta una selección arbitraria pero también naturalmente obvia. Estamos seguros que las figuras de María Lionza y Marilyn Monroe han sido ampliamente exploradas; por un lado Edilio Peña entra en los vericuetos de la santería en "Los Pájaros se van con la muerte", mientras que Marilyn por su objetivación de carácter pop es referencia inmediata de lo que podemos llamar una celebridad derivada en estrella, y por ende en imagen sacra popular de un canon de lo femenino.
Podríamos acercarnos a decir que tanto a Monroe como a Lionza se les explota y comercializa de igual manera, pero también se les respeta y sacraliza en otros terrenos donde lo mágico religioso guarda sus misterios sobre energías de la naturaleza.
Ida Gramcko coqueteó los artas místicas, suyo es ese libro blanco titulado: La Vara Mágica. En su María Lionza se nos narra mito y ritual, lo hace en un fino verso popular, de modosa belleza, y amores y desamores se plasman en ella.
Por su lado la Marilyn de José Simón Escalona, se pasea por los pasillos de lo onírico, de lo homoerótico, con un llamado estético similar al de Genet. Lo ritual sexual bajo las más bajas pasiones fogosas.
El discurso de Marchán, apuesta a un esteticismo posmoderno donde lo sincrético religioso y lo sagrado popular convergen en un mismo espacio, en el terreno de lo mágico religioso, revelando un nicho con cierta psicología social.
Una buena experiencia de lectura para los interesados(as) en temas de similitud.
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