viernes, 15 de octubre de 2004

Sorte y Quibayo, reino de la resistencia





Sorte y Quibayo, reino de la resistencia
María Lionza sobrevive

Jessica Rojas Savedra 12 Octubre 2004 - 18:34

Una vez más las montañas del estado Yaracuy, entre ellas Sorte y Quibayo, fueron escenario de numerosas manifestaciones por parte de los creyentes que como cada 12 de Octubre se acercaron al bosque con el propósito de peregrinar y hacer peticiones a María Lionza: Cura de enfermedades, solución de problemas de amor, hasta la obtención de riquezas o poder, son algunas de ellas.

Pero cuando el objetivo es rendir culto por los favores concedidos, los creyentes eligen un rincón dentro de la montaña para construir en el lugar electo un altar desde donde invocarla; éste debe estar decorado de fotografías, estatuas de la reina, vasos de licor, preferiblemente aguardiente o ron, así como también tabacos, flores y frutos. El altar es presidido por la reina María Lionza, quien en el mundo del espiritismo es la monarca de cuarenta legiones formadas por diez mil espíritus.

Primero fue Yara

El culto de María Lionza se remonta a los tiempos previos a la llegada de los españoles a territorio venezolano en el siglo XV. Los indígenas que habitaban lo que hoy se conoce como el estado Yaracuy veneraban a “Yara”, diosa de la naturaleza y el amor.

Según cuenta la leyenda, Yara era una princesa indígena que fue raptada por una enorme culebra dueña de las lagunas y ríos, que se enamoró de ella. Los espíritus de la montaña se enteraron de lo ocurrido y decidieron castigar al animal haciéndola hinchar hasta reventar. Posteriormente, Yara fue elegida como la dueña de las lagunas, ríos y cascadas, madre protectora de la naturaleza y reina del amor.

En este sentido, Yara fue cubierta por la religión católica con el manto de la virgen cristiana y tomó el nombre de Nuestra Señora María de la Onza del Prato de Talavera de Nivar, mejor conocida con el transcurrir del tiempo como María de la Onza, o María Lionza.

El culto a María Lionza sobrevivió a la conquista española, y cobró fuerza en la década de los 50 durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, quien ordenó que se levantara en la autopista del Este de Caracas, una estatua de la reina montada en una danta, la cual se mantuvo hasta hace unos meses atrás cuando su torso se fracturó.

Un mito cargado de tradiciones

Por celebrarse ayer el Día de la Resistencia Indígena, donde la unidad y conjugación de las culturas africanas, asiáticas y europeas contribuyeron a la conformación de nuestra identidad; este día es considerado por los seguidores de la mitología de María Lionza como el espacio perfecto para venerarla y canalizar la presencia de los espíritus, ya que según la historia, María Lionza fue hija de un gran cacique de Yaracuy con una española, por ello es considerada como la madre de la raza mestiza.

La celebración se inicia con el característico “Baile en candela”, donde la fuerza del son del tambor enciende la algarabía y la gente que recibe a los espíritus de las cortes se hacen partícipes de la danza, la cual consiste en girar en torno al fuego y caminar sobre él. Lo sorprendente del baile es que quienes canalizan la bajada del espíritu no les queda signo alguno de quemaduras u otros estigmas, puesto que se invoca a las tres potencias (María Lionza, Negro Felipe y el Indio Guaicaipuro) para dar gracias por favores concedidos, explicó la sacerdotisa Juana de Dios, que por más de cincuenta años participa en la actividad.

Comentó que al amanecer se rinde culto a la reina en el altar ma-yor, así como también en los par-ticulares, desde donde los espiritistas y santeros, hacen sus peticiones u ofrendas, así como también trabajos para atraer prosperidad, eliminar cargas negativas, sanar enfermedades, entre otras cosas.

Tradicionalmente, recalcó Juana de Dios, el 12 de Octubre se realiza una procesión con la imagen de María Lionza y las caravanas (decorativo a grupos de gente), le bailan al ritmo de los cueros al llegar o partir.


Quien va hacer el mal, no sale con bien

Tanto para la sacerdotisa Juana de Dios como para el médium Tubal Romero, la invocación de los espíritus de las diferentes cortes como parte del culto a María Lionza no debe ser evocado para fines malignos o destructivos, ya que la salud, estabilidad y el amor son los tres poderes de este mito. No obstante, en lo más intrínseco de la montaña, resulta inevitable la presencia de espiritistas que sacrifican animales en medio de su ritual, y no precisamente para hacer el bien.

Entre tanto, algunas personas consideran la leyenda de María Lionza como una fantasía o asombrosa realidad, la cual no es fácil de aceptar, pero que de algún modo tiene mucha influencia en el pueblo venezolano.
FUENTE: EL INFORMADOR. ESTADO LARA

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