domingo, 1 de febrero de 2009

2 de febrero: Iemanjá (Jemanjá, o Yemanyá


El día 2 de febrero se festeja en todos los países americanos del Atlántico Sur el día de Iemanjá (o Jemanjá, o Yemanyá), orixá femenino del panteón yoruba originario de Nigeria y trasladado al continente americano en el periodo del tráfico de esclavos junto con el resto de sus religiones y costumbres. Siguiendo las prácticas del sincretismo, se identificó con ella a la Virgen María bajo su advocación de Stella Maris, patrona de los navegantes, marineros y pescadores, que quedó así trasformada para los afroamericanos en Iemanjá, diosa que reina en el mar, madre generosa que representa tambien la fertilidad, con muchísimos hijos propios y adoptados, protectora de los barcos y de los pescadores y dueña de los frutos del mar.


En su forma original esta deidad es venerada desde remotos tiempos por millones de africanos. Posteriormente, en América, personas de todas las razas, negros, mulatos y blancos, se han adherido a su culto, movidos muchos por la fe, otros por superstición o curiosidad, y también un gran número en las últimas décadas por razones comerciales.

Esta fiesta es de tal magnitud que esa noche, visto desde una nave espacial, aparecería iluminado como una sola guirnalda de luces intermitentes el contorno atlántico de nuestro continente. Desde la madrugada del dia de la Virgen, largas procesiones de creyentes y no creyentes, con sus carpas, grandes trajes, cintas blancas y celestes, gigantescas fuentes de ofrendas y barcas se trasladan a las arenas de las playas, donde se cavan grandes hoyos en la arena para proteger las llamas del viento y se prenden cientos de velas celestes y blancas.

Durante el día y la noche siguiente se realizan bailes religiosos, suenan los tambores y los cánticos, se hacen ofrendas de sandía, palomitas de maíz y caracoles. Muchísimos caracoles, preferentemente de color rosado, son devueltos al mar y también flores: millones de rosas y claveles, y se hacen a la mar barcas iluminadas con velas y cargadas con perfumes y conchas de caracoles.

Miles de cartas de enamorados, de madres, de enfermos, de gentes que agradecen y gentes que piden salen ese día al mar en busca de protección y de esperanza. Dice la leyenda que aquellas que son devueltas a la orilla no fueron atendidas por la santa...

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