La montaña de Sorte en el estado Yaracuy, en el centro de Venezuela, es el principal santuario de una diosa local: María Lionza. Todo el año, pero en especial todos los 12 de octubre, miles de seguidores le rinden homenaje en peregrinación a la "montaña mágica". (Foto: David Fernández)
Algunos antropólogos, como Wade Glenn, de la universidad Tulane de Nueva Orléans, la consideran la religión de más rápido crecimiento en Venezuela. Combina elementos de tradición europea, africana e indígena. Estatuillas católicas de la Virgen María o de Jesús comparten espacios con María Lionza, el indio Gaucaipuro o Yemayá. (Foto: David Fernández)
Rezos y limpiezas forman parte de los ritos. Pero los más impactantes tienen que ver con el trabajo de los médiums, que reciben a los espíritus. Las demostraciones de posesión incluyen cambios en la expresión y la voz, caminar sobre fuego o atravesarse la piel con agujas. (Foto: David Fernández)
"Limpiezas", sanaciones y predicciones se encuentran entre los "trabajos" que los espíritus pueden ejecutar a través de sus médiums. En ocasiones la tarea implica el otorgamiento de ofrendas, en la forma de licor o sacrificios animales. (Foto: David Fernández)
Fumar tabaco forma parte fundamental de la vida en Sorte. "Se utiliza para muchos fines, pero principalmente para pedir la protección, la limpieza de la persona. Es uno de los ingredientes que lleva el ritual. Sin el tabaco no hay nada", explica Carmen, una de las médiums. (Foto: David Fernández)
Pero es al caer la noche cuando los espíritus parecen fluir con mayor libertad en Sorte. "Prendemos luces, elevamos nuestras plegarias y oraciones para honrar a nuestra reina madre, María Lionza, la madre de todos", dice otro médium. (Foto: David Fernández)
"Tenemos preparadas las cuatro materias para llamar a los espiritus que vienen a nuestro cuerpo con el permiso de nuestra reina. Ella lo concede y los recibimos como una bendición", añade el médium Bernardo, captado en la fotografía en proceso de trance. (Foto: David Fernández)
"Utilizamos nuestro cuerpo como cajón que somos, para recibir a todos los espíritus que vengan, indios, chamarreros, malandros. En fin que vengan a ayudar a cualquiera que necesite ayuda, curaciones, consejos. Sobre todo, guía". Es la descripción de Bernardo, que en esta fotografía le da paso a Carmen (en el centro), en un trabajo como médium. (Foto: David Fernández)
"Si el poder de Dios existe creo que el mundo espiritual está muy cercano a ese poder", alega Bernardo. Por eso los rituales no excluyen a nadie: hombres, mujeres y niños participan de ellos. El miedo a lo desconocido no tiene cabida. (Foto: David Fernández)
"Tengo la carne temblando, el corazón acelerado", termina diciendo Bernardo, tras la ocupación de su cuerpo por uno de los espíritus. "Los pies, pareciera que estuviera caminando en el aire", asegura. También los "sanados" dicen experimentar toda clase de sensaciones. (Foto: David Fernández)
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