lunes, 12 de abril de 2021

CONOCIENDO LA ESPIRITUALIDAD ANCESTRAL DE VENEZUELA

 

El contenido del presente artículo, formó parte del taller dictado por el sociólogo Eloy Marchán (2020) Conociendo la espiritualidad ancestral de Venezuela. [Clase en aula virtual vía Telegram para Funbedes].

 

La Espiritualidad es un aspecto esencial del ser humano. Es una vida interior, algo que no es mente y cuerpo sino espíritu. Es algo más amplio que una religión, un proceso dinámico mediante el cual las personas encontramos trascendencia, un sentido final a la vida … a nuestro ser interior. 

Thomas Merton.

 

En palabras de la Prof. Luisa Rojas: La religiosidad abarca desde el comportamiento religioso de las personas, hasta sus relaciones con las instituciones religiosas establecidas, las prácticas y actos de culto, creencias y supersticiones y símbolos religiosos; un panorama de las funciones que tiene la religión en la vida social, o formas concretas como las personas y grupos viven su religión.

 

Me parece acertada esta utilización que Rojas hace, pues resume de un modo bastante entendible a lo que a "religiosidad" se refiere.

Genera además un planteamiento en cuanto a la posibilidad de que entre ambas exista o coexista  un subsistema religioso" que estaría caracterizado por una forma de sincretismo en lo externo de, es decir en la parte visible de la creencia, el cual define así: "...de formas mágicas con formas seculares, y por otras propias del catolicismo, tanto del primitivo como del vigente, que aparentemente predominan sobre la primera; confiriéndole al subsistema una apariencia exteriormente católica.

 

Ahora a lo interno, "en la religión existe el predominio del monismo de dios y demás entidades sobrenaturales, presentes naturalmente en el cosmos para ser utilizadas en ritos mágicos."

 

Es importante tener este marco conceptual previo al desarrollo de lo que son las creencias ancestrales, en este caso, el venezolano. Pero iniciemos con lo que hasta ahora conocemos de lo que fue parte de esa espiritualidad/religiosidad que nos legaran nuestros ancestros aborígenes.

 

Este tipo de "figurinas" (llamadas así por los arqueólogos que las descubrieron) abundan en zonas como el Lago de Valencia y Los Roques, y son las primeras referencias encontradas de un desarrollo religioso por parte de nuestros aborígenes.

 

Los grupos valencioides que habitaban la costa central de Venezuela y la cuenca del Lago de Valencia (llamado por nuestros ancestros"Tacarigua") desarrollaron una alfarería de alta calidad estética, destacándose las estatuillas antropomorfas femeninas -llamadas  "Venus de Tacarigua"- como elemento icónico expresivo.

Una cantidad considerable de ellas arrojan pistas importantes sobre la importancia simbólica de las mismas.

 

Imágenes que miden desde los 7 a 18 cm de alto, y hasta más, se encuentran desnudas, con piernas bulbosas, y con pies, glúteos, genitales, brazos y con ciertas particularidades con las manos: Colocados sobre la cintura o sosteniendo la cabeza, representando ésta hipertrofiada alcanzando volúmenes ovalados o naviformes.

Se considera que con proporciones que invocan la sexualidad y fertilidad.

Particularmente, las incisiones y pinturas que tienen pueden recordar ornamentos especiales y pintura corporal sagrada, con el que las mujeres posiblemente se presentaban ante la Diosa Madre, la madre de los nativos.

 

En este sentido, es interesante lo expuesto por la arqueóloga y antropóloga venezolana Lelia Delgado: ...la importancia de la mujer debió permitir la formulación de mediaciones simbólicas propiciadoras, que debieron expresarse en las múltiples objetivaciones de la conciencia social, en los mitos, en las ceremonias destinadas a la magia y seguramente se manifestaron en las formas particulares que adquieren las derivaciones sensitivas y sensoriales como representación de los modelos estéticos, que en estas sociedades parecieran demostrar un alto grado de convencionalización.

 

Figurinas del Archipiélago de Los Roques

 

Se sugiere la posibilidad de que en el archipiélago eran los hombres los que llegaban en sus canoas  en la búsqueda de un molusco de amplia distribución en el mar Caribe y áreas aledañas, el botuto (Strombus gigas) el cual es considerado como parte importante de la economía de estas etnias. Con la concha de éstos, eran hechas las guaruras con las que se hacían llamados, a modo de trompeta, a la unión para la guerra o para los servicios religiosos.

 

Botuto

 

Siguiendo la tarea de la actividad de pesca, al concluirse la misma,  se realizarían los ritos de agradecimiento, como ofrenda para la buenaventura del viaje de regreso. Y es aquí donde las "venus" tendrían cabida, ya que éstas "asumían metafóricamente el papel de las mujeres que estaban ausentes, probablemente simbolizaban sus cualidades protectoras reprimiendo las fuerzas sobrenaturales asociadas al mar y cuidando a los hombres de los espíritus malignos mientras se encontraban en el archipiélago".

 

Ahora bien, y como se pregunta la Dra. Daisy Barreto ¿Acaso no resulta ambicioso intentar comprender las concepciones sagradas que animaron a nuestros lejanos ancestros, partiendo de la variada y rica colección de piezas de cerámica de estilo y función sagrada y el conocido uso que hacían de cuevas y lagunas para practicar sus rituales?, ¿no representa un reto mostrar la posible relación entre estos elementos de su cultura espiritual y las creencias y prácticas del culto a María Lionza? y es en este sentido cómo la percepción de nuestra cultura ancestral ha sido diezmada por la cultura dominante, bien sea en el proceso de conquista, donde se satanizó todo lo que no fuera católico, los lugares de culto destruidos y, de acuerdo a los registros, hasta sentenciados por la inquisición.



Existen muchos lugares de culto en cuevas y montañas donde aún hoy se manifiestan con una ritualidad de raíz indígena, como son las cuevas de Agua Blanca y Los Aguacates en el estado Portuguesa, en Moroturo, en el estado Lara; y, la más conocida por todos, la Montaña de Sorte, que en realidad lleva por nombre Monumento Natural Cerro María Lionza. Algunos vestigios se encuentran en el estado Falcón y el estado Zulia. Más adelante, otra antropóloga reseña fuertes vestigios de creencias ancestrales en los andes, que comprende los estados Mérida, Táchira y Trujillo. En los cuales se encontraron también "venus" de adoración aborigen.

 

En el proceso de "cristianizar" a nuestras etnias, las creencias se mantendrán latentes en las nuevas formas traídas desde España, gran cantidad de santos y vírgenes que harán de patrones y guías, asumirán la adoración que antes se daban a nuestras deidades originarias y que sus nombres, lamentablemente, se han perdido en todo este proceso.

 

Ahora bien, dando un salto en la historia, para señalar que toda esa creencia aborigen en una o más diosas, fue transmitida de forma oral, con modificaciones en el tiempo por tratarse de un culto secreto para quienes se resistieron a cambiar sus creencias propias por las impuestas, víctimas de la condena por parte de la ley, aunque conocidos y hasta visitados en casos de enfermedades para que fuesen curados y sanados por los "mojanes" que llamaban "brujos".

 

Y que aún hoy, son condenados por las religiones que han llegado al país y que condenan de "brujería" en la concepción más negativa del término, y por otras creencias no cristianas que la reducen a "una etapa" para luego integrar otros cultos hoy de moda.

 

Ahora bien, ya conociendo a grandes rasgos este inicio ancestral en los lugares donde más se conoce la práctica (que hoy llamaríamos "shamánica" para referirnos a lo aborigen) y que dio paso a lo que conocemos como "marialioncero" nos preguntamos:

 

¿Quién es María Lionza? la Reina como la llaman sus devotos, es la Diosa que preside una serie de cortes que se integran a la creencia que gira en torno a la tradición de la misma. De aquí parten una cantidad de autores que rescataron al mito de la tradición oral venezolana, iniciándose en primer lugar, en el estado Yaracuy, donde radica la creencia en la deidad matriarcal. A partir de esos relatos recopilados, se tejen tantas historias como líderes de culto existen.

Y de acuerdo con lo que plantea Barreto, el mito de María Lionza no es un relato que viene transmitido fielmente por la tradición oral, sino que es un relato transmitido por la tradición escrita y con añadidos del recopilador.

Razón por la cual no existe una historia "oficial" más allá de lo que en principio escribiera Gilberto Antolínez sobre la princesa encantada de los Nívar.

 

Lo que si sabemos y conocemos, es que ya anterior a la conquista, nuestros pueblos tenían a una (o varias) diosa a la cual adoraban y confiaban plenamente. Este, es un acercamiento a cómo se pudo desarrollar la creencia en la Diosa venezolana que hoy llamamos María Lionza.

 

FUENTES

 

Bibliográficas

 

Barreto, D. (2019) María Lionza una divinidad sin fronteras. Primera edición: Centro Nacional de Estudios Históricos, Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Seguimiento de Gobierno. Caracas, Venezuela.

Marchán, E. (2007) Caso: Manejo político-mediático de la fractura de la efigie de María Lionza como presagio de la derrota del Presidente de la República en el proceso refrendario de agosto de 2004 [Trabajo Fin de Grado no publicado]. Universidad Central de Venezuela.

Rojas, B. (1987) Las Diosas Madres en Venezuela (Mérida y Trujillo) desde la época prehispánica hasta hoy. Boletín Antropológico 11: 37-42

 

Web

 

Delgado, L. (S/F). Damas de Tacarigua. Figuras valencioides. Pueblos originarios. Recuperado el 05 de abril de 2021 https://pueblosoriginarios.com/sur/caribe/venus/tacarigua.html

Gordones Rojas, G. Meneses Pacheco L. (S/F). La representación de lo femenino y masculino en la iconografía prehispánica de la cordillera de Mérida, VenezuelaRecuperado el 05 de abril de 2021 http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/22789/articulo1_8.htm?sequence=2&isAllowed=y

Rojas, L. (2006). Lo mágico religioso y el bienestar de los venezolanos. [archivo PDF]. Medigraphic Artemisa, Vol. VIII (S/N), 31-35. Obtenido de https://www.medigraphic.com/pdfs/invsal/isg-2006/isg061e.pdf


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