viernes, 20 de febrero de 2009

Las Ánimas... El secreto


El secreto de las almas del Purgatorio

Autor: Martha Morales



María Simma tiene 83 años, vive en Sonntag (Alemania); es una campesina que desde su niñez reza mucho por las almas del Purgatorio. Cuando tenía 25 años fue favorecida por un carisma muy particular en la Iglesia, muy raro también, el carisma de ser visitada por las almas del Purgatorio. La primera vez que fue visitada por un alma del Purgatorio fue en 1940. Una noche, alrededor de las 3 de la madrugada, oyó que alguien entraba en su habitación. Vio a un hombre pero no pudo agarrarlo, atrapó aire. Ella lo contó a su director espiritual, el cual le dijo que le preguntara lo que quería. A la noche siguiente, el hombre regresó, reconoció que era definitivamente el mismo.

Ella le preguntó:
-“¿Qué quiere usted de mí?”.
El respondió:
-“Mande celebrar tres Misas por mí y seré liberado”.
Entendió que se trataba de un alma del Purgatorio. Su padre espiritual se lo confirmó y le aconsejó que nunca las rechazara, sino que aceptara con generosidad cualquier cosa que pidieran de ella. Las visitas continuaron. María relata que la mayoría pide que se celebren Misas por ellas y que esté presente en ellas; también piden que se rece el Rosario y el Via Crucis.

Ningún alma querría volver del Purgatorio a la tierra: Aún cuando allá el sufrimiento es terrible, sin embargo, existe la certeza de vivir para siempre con Dios. No quieren volver a la tierra, donde nunca estamos seguros de nada.

Los pecados que llevan al Purgatorio son los pecados contra la caridad, la dureza de corazón, la hostilidad, la maledicencia, la calumnia, rehusarse a la reconciliación... La persona que desaprovecha sus sufrimientos, al morir ve lo mucho que pudo haber ganado –para el bien de ella y de otros, por la comunión de los santos-, llevándolos bien.

Muchas veces María Simma ha sido invitada a sufrir por las ánimas benditas del Purgatorio. Ella lo relata así: La primera vez un alma me preguntó si no me importaría sufrir por ella tres horas en mi cuerpo para que ella pudiera salir del Purgatorio. Le dije que sí y tuve la impresión de que eso había durado tres días porque fue muy doloroso. Esa alma me dijo que por haber aceptado con amor ese sufrimiento de tres horas, ¡le había ahorrado 20 años de Purgatorio! porque el sufrimiento en la tierra tiene un valor distinto.

Todo esto es alentador porque confiere un significado extraordinario a nuestros sufrimientos, aún los sacrificios más pequeños pueden tener un poder inusitado para ayudar a las almas.

Lo mejor que podemos hacer, dice María Simma, es unir nuestros sufrimientos a los de Jesús, poniéndolos en manos de María Santísima. Contemplar los sufrimientos del Señor en el Via Crucis ayuda a odiar el pecado y desear la salvación de todas las personas, y esto da alivio a las almas del Purgatorio. Por medio del Rosario, muchas almas salen del Purgatorio. Las indulgencias tienen también un valor inestimable para ellas.

Las almas del Purgatorio no pueden ya hacer nada en favor de sí mismas porque al momento de la muerte, el tiempo de ganar méritos se termina. Si los vivos no rezan por ellas, quedan abandonadas. Cada uno de nosotros tiene el inmenso poder de aliviarlas. Mientras estamos vivos podemos reparar el mal que hagamos hecho. Pero a menudo el sufrimiento nos lleva a rebelarnos.
Los sufrimientos son la prueba más grande del amor de Dios. Debemos acogerlos como un don y entregarlo a Nuestra Señora. Ella es quien sabe mejor quien necesita tal o cual ofrenda para salvarse. Los sufrimientos soportados con paciencia salvan más almas que la oración, dice María; pero la oración nos ayuda a soportar nuestros sufrimientos.
En el Purgatorio hay diferentes grados de dolor. Cada alma tiene un sufrimiento único. Los Ángeles custodios les proporcionan consuelo.

-Si una persona sufre demasiado y desea morir, ¿qué puede hacer?, le preguntaron a María Simma.
Contestó:
-Sí, esto es muy frecuente. Yo diría: “Dios mío, puedo ofrecer este sufrimiento para salvar almas”. Esto nos da una fe renovada y valor. Al hacerlo así, el alma gana gran bienaventuranza, una gran felicidad para el Cielo. En el Cielo hay miles de tipos y grados de felicidad; para cada alma es una felicidad plena. Cada uno sabe que no merecía más. La soberbia conduce al infierno. El infierno es obstinarse en decirle “no” a Dios. Nuestra oración puede suscitar un acto de humildad en los moribundos, un solo instante de humildad puede evitarles el infierno. El sufrimiento soportado con paciencia, tiene para el alma un valor infinito. Se tiene el deber de aliviar los grandes sufrimientos, pero no el derecho de acortar la vida con medios químicos.

Le preguntaron a María:
-¿Qué piensa de las prácticas de espiritismo, invocar a los espíritus de los difuntos, las tablas de ouija, etc.?
-Eso es siempre malo. Es el demonio quien hace que la tabla se mueva. No está permitido invocar a los difuntos. En el espiritismo, si hay respuesta, es siempre y sin excepción, Satanás y sus ángeles caídos. Las personas que practican el espiritismo (adivinadores, brujas, etc.) están haciendo algo muy peligroso contra ellas mismas y contra quienes van a consultarlos. Están sumidas hasta el cuello en mentiras. Está estrictamente prohibido por Dios invocar a los muertos. Satanás puede imitar todo lo que viene de Dios. Él puede imitar la voz y la apariencia de los muertos; una manifestación de este tipo siempre proviene del Maligno. Satanás incluso puede sanar, pero esas curaciones nunca duran.

Hemos de acoger con amor y gratitud este regalo de las pruebas. San Juan de la Cruz dice que la Providencia provee a cada hombre de la purificación necesaria a fin de permitirnos entrar directamente al Cielo a la hora de la muerte. Mientras estamos en la tierra podemos hacer crecer cada minuto nuestro amor. Valoremos cualquier oportunidad de ser tan bellos como Dios nos desea ya en su presencia. ¡Si viéramos a toda luz el esplendor de un alma pura, gritaríamos de emoción y de alegría! El alma humana es espléndida delante de Dios.

Los santos no son almas sin faltas, sino aquellas que se levantan una y otra vez después de cada caída y piden perdón. Cada hora, cada segundo de nuestra vida tiene un peso de eternidad.


Resumen que hizo martha Morales del folleto: El sorprendente secreto de las almas del Purgatorio. María Simma. Comunidad de las Bienaventuranzas. A.R. Convento San Francisco. Atlixco, Puebla. México. Tel (244) 511 45. Fax (244) 5 84 15.

En:
http://www.autorescatolicos.org/marthamoraleselsecreto.htm



Secreto de las ánimas para conseguir su ayuda


(ESTA ORACIÓN SÓLO LA HARÁ QUIEN ES DEVOTO O QUIERA INICIAR LA DEVOCIÓN HACIA LAS ÁNIMAS, TODOS LOS LUNES SIN FALTA)


Ánimas benditas por el amor de Dios, yo les vengo a suplicar por lo más sagrado del cielo y de la corte celestial. Dios las salve ánimas fieles, en ustedes tengo mi esperanza, como ustedes en mí la tendrán.
Ánimas benditas por el amor de Dios, yo les vengo a suplicar por lo más sagrado del cielo y de la corte celestial, me ayuden en mi trabajo, en mi negocio y en mi hogar, que yo no tenga enemigos sino paz y prosperidad, sean mis compañeras en todos los lugares, en los caminos, en las montañas, en el aire y por el mar. Ánimas fieles, en ustedes tengo mi esperanza, como ustedes en mí la tendrán.
Ánimas benditas por el amor de Dios, yo les vengo a suplicar me ayuden a trabajar como trabajo, ponga yo principalmente, donde ponga mi machete para trabajar, mi hacha para hachar, mi rosa y también mis redes para pescar. Porque es de necesidad no tenga ninguna dificultad.
Ánimas benditas por el amor de Dios, yo les vengo a suplicar, por lo más sagrado del cielo y de la corte celestial. Dios las salve ánimas fieles que de mi cuerpo tendrán un alivio y descanso, ánimas por el amor de Dios que mi cuerpo no se ha de ver en prisiones ni en grillos ni en cadenas y si acaso, se han de reventar.
Ánimas en ustedes tengo la esperanza que mi cuerpo no vaya a peligrar, por lo más sagrado del cielo y de la corte Celestial, que mi salud sea perfecta y en mi mente haya claridad con su ayuda espiritual.
Donde está la Virgen y el Arcángel San Gabriel, con esta oración sagrada, nadie se podrá perder. Su Santo Ángel y su Santa Majestad, la Verónica del cielo, Santísima Trinidad. Amén.

Se rezan: tres Padre Nuestro Tres ave María y se enciende una vela.
(Días lunes)

SUDARIO

  Oracion al santo SUDARIO

(Por los difuntos)

Señor Dios que nos dejaste la señal de tu pasión en la Sábana Santa en la cual fue envuelto tu cuerpo Santísimo. Cuando por José fuiste bajado de la Cruz. Concédenos, oh piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura sea (n) llevada (s) el (las) alma (s) de tu (s) siervo (s) ________ a la gloria de la resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo, Dios por todos los siglos. Amén.


¿QUÉ SABEMOS DE LAS ANIMAS?




EL ROSARIO DE LAS ANIMAS (ESTADO LARA)



El 2 de Noviembre con motivo del día de las Ánimas del Purgatorio se realiza el Rosario de Ánimas en Boro, Curarigua y El Jabón; y también en los caseríos El Roble del Municipio Iribarren y Algodones y Gallardo, del Municipio Urdaneta. La tradición establece cantar un rosario a las doce de la noche, durante las nueve noches comprendidas entre el 2 y el 10 de Noviembre. Para este rosario se reúnen hombres solos desde la nueve de la noche y en el atrio de la Iglesia, contando cuentos y bebiendo.

Ya a las doce de la noche se dirigen al cementerio; adelante marcha el llamado gritón o ánima sola; una cuadra más atrás lo siguen los demás hombres llamados rosarieros. Éstos comienzan cantando el primer misterio con sus avemarías. Al terminar, uno de los rosarieros -el cual lleva una escardilla- da un golpe sobre ésta, que hace de campana para avisar al gritón que cante. Éste con voz fuerte y lastimera canta: "Hagan bien por las benditas ánimas del pulgatorio" y enseguida pide: "Un Padre Nuestro y un Ave María por el alivio y descanso de las benditas almas del pulgatorio" a lo que todos contestan: Amen.
EN:
www.elimpulso.com/enciclopedia/folklore/las_animas.htm



Por las Benditas Almas del Purgatorio

MEDITACIÓN

Dios creó los seres humanos para que disfruten de su Creador viéndole en la Gloria. Sin embargo, nada manchado puede entrar en el Cielo; por lo cual, quienes no sean perfectos deberán purificarse antes de ser admitidos en la presencia de Dios. La Iglesia enseña la existencia del Purgatorio, en donde las almas de los justos que mueren con mancha de pecado se purifican expiando sus faltas antes de ser admitidas en el Cielo. Entre tanto pueden recibir ayuda de los fieles que viven en la tierra.

Almas de los justos son aquellas que en le momento de separarse del cuerpo, por la muerte, se hallan en estado de gracia santificante y por eso tiene derecho a entrar en la Gloria. EL juicio particular les fue favorable paro necesitan quedar plenamente limpias para poder ver a Dios "cara a cara".

"Manchas de pecado" quiere decir el castigo temporal que es debido por los pecados mortales o los veniales, ya perdonados en cuanto a la culpa, pero que en la hora de la muerte no están totalmente libres de castigo correspondiente a la culpa. "Manchas de pecado" puede referirse también a los pecados veniales que, al morir, no habían sido perdonados ni en cuanto a la culpa ni en cuanto a la pena. La Iglesia entiende por Purgatorio el estado o condición bajo el cual los fieles difuntos están sometidos a purificación.

La doctrina de la Iglesia sobre el Purgatorio encuentra fundamento en la Biblia. EL texto de 2 Macabeos 12,46, da por supuesto que existe una purificación después de la muerte. Asimismo, las palabras de nuestro Señor: "El que insulte al Hijo del Hombre podrá ser perdonado; en cambio, el que insulte al Espíritu Santo no será perdonado, ni en este mundo ni en el otro" (Mt 12,32). Se llega a semejante conclusión en el texto de 1 Corinitios 3, 11-15.

En la Iglesia católica la práctica de rezar por las benditas almas del Purgatorio está basada sobre la fe en la Comunión de los Santos. Los miembros del Cuerpo Místico pueden ayudarse unos a otros, mientras estén en la tierra y después de la muerte. Si nos fijamos en las oraciones litúrgicas de la Iglesia vemos claramente que se invoca con frecuencia a los Angeles y a los Santos en favor de la Iglesia sufriente o Purgatorio, pero siempre para que intercedan por ella. Toda persona en estado de gracia puede orar con provecho por las benditas almas; probablemente es necesario, al menos, hallarse en estado de gracia santificante para ganar las indulgencias por los difuntos.

El Concilio Vaticano Segundo hizo profesión de fe en la Iglesia Sufriente diciendo: "Este Sagrado Concilio recibe con gran piedad la venerable fe de nuestros hermanos que se hallan en gloria celeste o que aun están purificándose después de la muerte".

Aunque no sea doctrina definida, se mantiene como doctrina común que sufrimiento mayor del Purgatorio consiste en la "pena de ausencia", porque las almas están temporalmente privadas de la visión beatifica. Sin embargo, no hay comparación entre este sufrimiento y las penas del Infierno. Es temporal y por eso lleva consigo la esperanza de ver a Dios algún día cara a cara. Las almas lo llevan con paciencia, pues comprenden que la purificación es necesaria. La aceptan generosamente por amor de Dios y con perfecta sumisión a su voluntad.

Es probable que las penas del Purgatorio van disminuyendo gradualmente de manera que en las etapas finales no podemos comparar los sufrimientos de este mundo con los que padece un alma próxima a la visión de Dios. Pero las almas experimentan también inmensa alegría espiritual. Están totalmente ciertas de su salvación. Tiene fe, esperanza y caridad. Saben que ellas mismas están en amistad con Dios, confirmadas en gracia y sin poder ofenderle.

Aunque las almas en el Purgatorio no pueden merecer, sin embargo pueden orar y obtener el fruto de la oración. El poder de su oración depende del grado de santidad. Es cierto que pueden orar por los que viven en la tierra. Por la Comunión de los Santos entendemos que están unidas a la Iglesia militante. Debemos animarnos a invocar su ayuda con la confianza de que ellas nos escuchan. Entienden perfectamente nuestras necesidades, por que las experimentaron y porque están agradecidas a las oraciones, sacrificios y santas Misas que ofrecemos por ellas.


LA PALABRA DE DIOS

Después de haber reunido entre sus hombres cerca de 2.000 dracmas, las mandó a Jerusalén para ofrecer un sacrificio por el pecado, obrando muy hermosa y noblemente, pensando en la resurrección.

Pues de no esperar que los soldados caídos resucitarían, habría sido superfluo y necio rogar por los muertos; mas si consideraba que una magnífica recompensa está reservada a los que duermen piadosamente, era un pensamiento santo y piadoso.

Por eso mandó hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado (2 Mc 12, 43-46).

Y al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que la diga contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro. (Mt 13, 32).

Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo. Y si uno construye sobre este cimiento con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, la obra de cada cual quedará al descubierto; la manifestará el Día, que ha de revelarse por el fuego. Y la calidad de la obra de cada cual, la probará el fuego (1 Cor 3, 11-13).



ORACIONES

Oración propia de la novena

Padre Misericordioso, en unión con la Iglesia Triunfante del Cielo, te suplico tengas piedad de las almas del Purgatorio. Recuerda tu eterno amor por ellas y muéstrales los infinitos méritos de tu amado Hijo. Dígnate librarles de penas y dolores para que gocen de paz y felicidad. Dios, Padre celestial, te doy gracias por el don de perseverancia que has concedido a las almas de los fieles difuntos.

Amable Salvador, Jesucristo. Eres el Rey de reyes en el país de la dicha. Te pido que por tu misericordia oigas mi oración y liberes las almas del Purgatorio, en particular, N……..Llévalas de la prisión de las tinieblas a la luz y libertad de los hijos de Dios en el reino de tu gloria. Amable salvador, te doy gracias por haber redimido las pobres almas con tu preciosísima Sangre, salvándolas de la muerte eterna.

Dios Espíritu Santo, enciende en mi el fuego de tu divino amor. Aviva mi fe y confianza, acepta benignamente las oraciones que te ofrezco por las almas que sufren en el Purgatorio. Quiero aplicar los méritos de esta devoción en favor de toda la Iglesia Sufriente y en especial por mis difuntos padres, hermanos, hermanas, bienhechores, parientes y amigos. Atiende mi plegaria para que podamos reunirnos en el Reino de tu gloria.

Dios Espíritu Santo, te doy gracias por todos los beneficios con que has santificado, fortalecido y aliviado a estas benditas almas y en especial por consolarlas en los actuales sufrimientos con la certeza de la felicidad eterna. Que pronto se unan contigo y oigan aquellas benditas palabras que las llaman al hogar del Cielo: "¡Vengan, los Bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del Reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo" (Mt 25,34).

Por los padres difuntos
¡Oh Dios! Nos mandaste honrar padre y madre. Por tu misericordia, ten piedad de mi padre (madre) y no recuerdes sus pecados. Que yo pueda verlo (la) de nuevo en el gozo de eterno fulgor. Te lo pido por Cristo nuestro Señor. Amén.

Por la familia
¡Oh buen Jesús! El dolor y sufrimiento de los demás conmovía siempre tu corazón. Mira con piedad las almas de mis queridos familiares del Purgatorio. Oye mi clamor de compasión por ellos y haz que aquellos a quienes separaste de nuestros hogares y corazones disfruten pronto del descanso eterno en el hogar de tu amor en el Cielo.

Oración
¡Oh Dios! Nuestro Creador y Redentor, con tu poder Cristo conquistó la muerte y volvió a Ti glorioso. Que todos tus hijos que nos han precedido en la fe (especialmente N…..) participen de su victoria y disfruten para siempre de la visión de tu gloria donde Cristo vive y reina contigo y el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos. Amén.Dales, Señor, el descanso eterno. Brille para ellos la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.

María, Madre de Dios, y Madre de misericordia, ruega por nosotros y por todos los que han muerto en el regazo del Señor. Amén.

EN:
http://www.ewtn.com/spanish/prayers/Animas_del_purgatorio.htm
(PAGINA CATOLICA)

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