domingo, 15 de enero de 2017

Maria Lionza y El Sincretismo




Mithos, en griego significa “palabra” y también mirar la realidad con los ojos entrecerrados. Presenta sucesos extraordinarios sin tratar de justificarlos. Detrás del contenido variado del mito, existe un valor de verdad que es de orden sagrado, mágico, religioso. El término mito es polisémico: relato, narración, leyenda.

Por: Yubiza Zárate
Resumen
Las diferentes versiones del mito dejan entrever el problema que significó la conquista española y su consecuencia, el origen del mestizaje y la dificultad para lograr una identidad armoniosa como grupo societario. Desde el vértice psíquico, el mito de María Lionza muestra su correspondencia con algunos mitos universales que estructuran al sujeto, es así que María Lionza es presentada como la Diosa de la fertilidad, mostrando con la pelvis que sostiene entre sus manos la influencia central que tiene la madre, primordial en la organización de la personalidad. Igualmente se observa la concepción de la mujer desde el vértice edípico, donde pareciera que lo femenino es ominoso, lo que hace necesario que la mujer emerja como Diosa-madre todopoderosa, turgente, que proporciona bienestar y protección al hombre, tal vez escondiendo así los impulsos incestuosos hacia ella. Da la impresión que los relatos míticos son creados por hombres, pues muestran la concepción que se tiene de la feminidad, y cómo el hombre percibe en una doble versión a la mujer, como Diosa-madre y como mala mujer. Estas fantasías de que la mujer es engañosa hace que el hombre arremeta directamente contra el producto de la unión, es decir el hijo, a quien amenaza de muerte.

Palabras Claves
LUMINA, Lupus Eritematoso Sistémico, multiétnico.

Title Maria Lionza and Syncretism.

Abstract
 A variety of versions of the myth let us catch a glimpse of the problem of the Spanish conquest and its consequence, the origin of the mixing of races and the difficulty to acquire a harmonious identity as a society group. From the psychic vortex, Maria Lionza’s myth corresponds to some universal myths that shape the individual. Thus, Maria Lionza is presented as the Fertility Goddess, showing with her pelvis held between her hands the main influence that the primordial mother has in the personality organization. Equally, the women conception is seen from the Oedipian vortex, where it seems everything feminine is ominous, which makes necessary that the woman emerges as an almighty, turgid Goddess-Mother who provides well-being and protection to man, perhaps in this manner hiding the incestuous drive towards her. It appears that the mythical tales are created by men since they show the conception one has of womanhood, and how man perceives this double -version woman, as Goddess-Mother and as bad woman. These fantasies regarding woman as deceitful result in man attacking directly the marriage product, i.e. the child, who is death theatened by the man.

Key Words
LUMINA, systemic erythemal lupus, multiethnic.

Introducción
La leyenda de María Lionza es actualidad, pues hace poco la sociedad venezolana se vio movilizada porque los dirigentes de gobierno quisieron trasladar la estatua de María Lionza a otro lugar de la ciudad y los seguidores de María Lionza se opusieron, amenazando que caerían las plagas sobre quienes se atrevieran a trasplantarla. Los seguidores del culto afirmaron que el Gobierno, lo que quiere es apoderarse del culto, como otra medida más de romper los basamentos culturales en que la sociedad venezolana se apoya. Este entredicho de la estatua de María Lionza habla de lo vigente y de la fuerza que posee el mito y el culto a la deidad en la era moderna, pues el resultado de la disputa por sacarla del lugar donde está instalada la estatua no pudo ser realizado. En épocas pasadas, su culto fue poderosamente practicado por dictadores como Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, lo que nos hace pensar no solo en su actualidad sino en la importancia de la magia, de lo divino en la vida del venezolano racional.

La estatua de la bella mujer con los brazos en alto sosteniendo una pelvis, y montada en una danta, no deja espacio para la duda que es la Diosa de la fertilidad. El escultor pareciera que quiso resaltar ese atributo de María Lionza entre otros. Ubicada en pleno centro de la ciudad, colinda con la casa de estudios más reconocidos del país, la Universidad Central de Venezuela, para sugerir que en la mente del venezolano coexiste el funcionamiento primitivo, el sincretismo, a la par del funcionamiento más maduro, racional.

María Lionza es símbolo de la identidad nacional, es la representación de la combinación armoniosa de razas y credos: indígena, africana, española; raíces que juegan un rol fundamental en la estructura social y cultural de Venezuela. Sin embargo, el mito y sus versiones también representan a los mitos universales que son el basamento de las organizaciones sociales de la humanidad, mostrando las tendencias instintivas, relacionales que podemos evidenciar en los vínculos que se establecen entre los personajes que el relato manifiesta.

El mito, para K. Abraham (1909), es el pensamiento onírico de la comunidad, “es un fragmento que se ha conservado de la vida psíquica infantil de la raza”. Para Freud (1908) “los mitos son las reliquias deformadas de las fantasías del deseo de naciones enteras, de los sueños seculares de la juventud de la humanidad”. Son las fantasías primordiales, herencia del hombre, que corresponden a los recuerdos a nivel de especie, donde el Complejo de Edipo es el organizador de la vid a de fantasía inconsciente. Bion por su parte considera el mito como instrumento para investigar problemas emocionales1. Los mitos, para este autor, son aptos para ser usados como modelos, y por las invariantes que contienen, sirven para ser usados como conceptualizaciones, más complejas y abstractas en la comprensión de la mente2.
1 Bion Cogitations , pag. 248
2 Bianchedi y Sor, 2000

El mito es un modo de ver y de concebir el mundo, expresa una realidad fundante de la que habitualmente no se habla, una realidad de deseos interdictos, la trama latente de situaciones vitales, que determina la estructura oculta del individuo, la familia y la cultura. Es un estado de la mente, presente en todas las culturas, una realidad que solo se comprende si se relaciona con la situación social concreta que la determina. Algunos autores consultados consideran la mente mítica como aquel aspecto escindido y negado de la naturaleza del hombre.

Es por ello que los mitos son objeto de estudio, porque interesa conocer el basamento mítico donde descansa la cultura, las organizaciones sociales y cómo influye en el individuo social. Porque es necesario cuestionar nuestra cultura, pero también está motivado su estudio por averiguar el por qué de la añoranza en la búsqueda de la unidad originaria del ser humano consigo mismo, el mundo y los dioses.

Valor Actual y Transgeneracional del Mito

El mito constituye el basamento de la identidad colectiva, por ser formas simbólicas que ayudan a la sociedad a enfrentarse con la realidad, adaptarse a ella y a responder a las dolorosas angustias derivadas de la conciencia de finitud. El pensamiento mítico proporciona respuestas a las cuestiones últimas de la vida: el sentido de la existencia, el origen, las funciones y el destino humano. Concibe la realidad por analogía, animismo, que es el que fundamenta la práctica de los ritos y de la magia.

María Lionza es un símbolo de la raza, es representación del mestizaje hispano-indígena y africano. Siguiendo la línea histórica, el mito muestra los temores de los indígenas frente a la invasión española, lo que ello afectaría a sus costumbres, sus organizaciones sociales y su pueblo, específicamente a las mujeres. También muestra el temor a la mujer blanca, española. Lo que hace pensar que estos relatos míticos fueron creados por el hombre que siente que la amenaza proviene de lo externo, de lo extranjero.

Los temores que manifiesta el hombre genérico, son universales, pues van orientados a la manifestación de sus tendencias instintivas hacia la mujer. Y desde este vértice el mito de María Lionza, en parte, muestra las tendencias relacionales del Complejo de Edipo, donde la mujer/madre se percibe mala, “come hombres”, que usa al hombre para satisfacer sus impulsos sexuales, que es egoísta, asfixiante, controladora, entre otros apelativos, además se percibe como la diosa fértil, protectora, amuleto y salvador a. A veces este rasgo, “Diosa”, viene como transformación de lo malo en bueno y otras veces son como dos realidades escindidas.

Los turistas no dejan de asombrarse de encontrar una estatua mítica en las entrañas de la ciudad, como si su presencia dejara bien en claro que el venezolano es una mezcla de los credos, supercherías, correspondiente a los tiempos de indiferenciación entre el hombre, la naturaleza y lo sobrenatural por una parte y, la individuación correspondiente a los avances de la modernidad que tienen su máxima manifestación en la globalización de las comunicaciones y la tecnología de avanzada.

Los Mitos Latinoamericanos

Algunos estudiosos de los mitos latinoamericanos, como Santamaría, (2000), explican que el problema de identidad de los pueblos latinoamericanos, se debe a estos mestizajes que aún hoy no se han logrado integrar del todo. El entrecruzamiento de la conquista española, de lo indígena, de lo africano, y de las corrientes migratorias europeas posteriores, muestra la diversidad en la cultura latinoamericana, sin embargo es una fusión cultural no lograda del todo en la actualidad, lo que le otorga el carácter de mestizaje inconcluso a nuestras realidades.

Para Santamaría, (2000), muchos mitos latinoamericanos expresan, con distintos nombres y variaciones escénicas, temas similares a los mitos continentales. Lo que pareciera responder a que la organización estructural de la psiquis es universal.

Este autor ha clasificado los temas míticos en:
1.-El anhelo de un padre a idealizar, que se ausenta temporalmente y regresa victorioso.
2.- La presencia de una madre omnipotente, controladora, sobre-protectora, que no favorece la individuación del hijo y que castiga los intentos de independencia de éste. Que amenaza con abandonar al hijo y si se va regresa culpable, en forma de diosa o de bruja.
3.- La ilusión de inmortalidad y de invulnerabilidad que es consecuencia de la identificación extrema con lo materno/femenino.

Santamaría, (op.cit), expone que esta síntesis de nuestra selfidad latina está compuesta por los mitos europeos, indígenas y africanos, donde lo nativo, indígena es la parte básica y materna; lo extranjero ha venido siendo lo paterno y lo occidental que corresponde a nuestros talentos, habilidades, técnicas de producción y adaptación. Para este autor, el mito de Edipo es la envoltura superficial de una identidad más profunda que es lo pre-edípico/mítico/indígena, que se elabora y se exterioriza a diferentes niveles de comportamiento. Que es allí que se encuentra la creatividad y originalidad de nuestra identidad.

Para Capriles (1973), María Lionza es la versión Venezolana de la “Gran Madre”, un arquetipo presente en muchas culturas. Versiones del Mito de María Lionza Existen diversas versiones del mito para los estructuralistas. Esto se debe a la estructura misma del mito, que está conformado por opuestos binarios, lo que permite que los mitos sufran transformaciones dentro de la posibilidad cultural, pero no cambie su estructura. Así es que dentro del relato mítico encontramos varias versiones de cómo María Lionza se convirtió en Diosa. Sus devotos dicen que ella vive en la montaña de Sorte, estado Yaracuy, junto a otras dos deidades que están por debajo de Cristo. Los seguidores de María Lionza se consideran a su vez católicos y consideran el culto a la Diosa como una extensión para aproximarse a Cristo y la Virgen María. Sin embargo, los antropólogos que intentaron establecer un hilo relacional del culto a María Lionza, manifiestan que es imposible hablar con certeza acerca de los rasgos del culto, por lo contradictorio de las narraciones obtenidas en su exploración.

Historia del culto

El culto a María Lionza se distingue por el sincretismo. Es una mezcla de expresiones religiosas: católicas, nativas de centroamérica y cultos animistas africanos. Hasta 1950 muchas de estas prácticas religiosas no eran dadas a conocer a la luz pública, se mantenían ocultas, por lo tanto eran muy pocos los venezolanos que asistían a la montaña de Sorte y estaban en conocimiento de la leyenda de la Diosa, que sus devotos creían que aún vivía allí.

Los cambios económicos de la Venezuela rural (agrícola) a urbana (industria petrolera), generó el desplazamiento de muchas personas hacia la ciudad y así fue que muchos yaracuyanos trajeron consigo a la capital el culto a María Lionza. Sin embargo siguió siendo un culto espiritualista de unos pocos devotos. Según los estudiosos de María Lionza el culto es de reciente data, 1950. Es muy probable que hasta antes de los años 50 el mito, sus rituales y prácticas fueran originarios de Venezuela, posteriormente, en los 60, Venezuela comenzó a recibir inmigrantes cubanos y haitianos, que adoptaron el culto de María Lionza pero contribuyeron al culto con algunos elementos “yoruba” que provienen de Santería y Vudú.

Se han hecho importantes trabajos de diferentes marcos teóricos que intentan explicar la popularidad del culto a María Lionza desde una perspectiva psicológica, sociológica y antropológica, sin obtener resultados contundentes.

El Mito de María Lionza: ¿Cómo se volvió una Diosa?
Hay más de 25 relatos de leyenda sobre la diosa. Los etnólogos han descubierto que el mito es constantemente escrito en los círculos espiritistas del culto a María Lionza. Sin embargo, es difícil encontrar una versión escrita del mito. En este trabajo las versiones del mito que se mencionan se tomaron de la lectura que hace Girar di del mito de María Lienza, (s/fc.), que reseña como los más importantes y más aceptados por los devotos:

Relato 1: El cacique indio tenía una linda hija de ojos verdes. Como los ojos verdes eran un mal signo, el padre decidió llevarla al lago y dársela a la anaconda que vivía en el fondo del lago. Después, la anaconda la arrojó hacia fuera del lago. Se volvió una Diosa maravillosa rodeada por muchos animales, agua y plantas.
Relato 2.- Antolinez (1945), etnógrafo, registró el siguiente: Hace mucho tiempo atrás la gente de Yaracuy (Jirjana), recibió un aviso o premonición que una niña de ojos verdes iba a nacer. Eso se consideraba un alerta, porque sus ojos podrían ser una señal de malos tiempos por venir y, si veía su reflejo en el lago cercano, una monstruosa culebra podría salir de ella y traer muerte y destrucción. Bajo esta profecía, y justo antes de la conquista española, una niña de ojos verdes nació. Estaba destinada a ser sacrificada a la gran Anaconda, por el aviso recibido. El padre la salvó y la envió a un lugar secreto donde creció. Veintidós guardias la cuidaron en esa nueva casa y se encargaban enérgicamente de prevenir que la niña se acercara al lago. Un día los guardias se durmieron y ella se escapó de ellos. Fue al campo y encontró en su camino un bello lago, y con fascinación, vio su reflejo en el agua. Desde ese momento en adelante, ella tomó la forma de una anaconda y creció tanto que su cuerpo explotó y desbordó las aguas y trajo inundaciones al pueblo. Su cabeza estaba en Acarigua y su cola en Valencia.
Relato 3.- El Cacique, indio de Yaracuy, tenía una niña de ojos verdes deslumbrantes. Era una buena señal para la familia y la comunidad, que tanto necesitaban en los tiempos duros de la conquista española. A medida que crecía se convirtió en un amuleto de salvación para la comunidad. El nombre de la niña era Yara. Tupi, su madre, la llevó a la montaña donde permanecía a salvo bajo el cuidado de un regimiento de guardias. Sin embargo, la situación con los conquistadores españoles empeoró. El encanto de Yara le permitió convertirse en una diplomática para establecer conversaciones con los españoles, y la comunidad puso todas sus expectativas en ella como instrumento de paz. Se reunió con Ponce de León usando el nombre de María del Prado. La conversación fracasó y ella se retiró a la montaña donde desapareció y se mantuvo allá como una diosa. Algunos estudiosos encuentran a Yara parecida a Uyara, deidad que pertenece a los mitos de los Tupis en Brasil. Antolinez define a Uyara com o una mujer dulce pero con sonrisa melancólica que atrae y captura a los hombres, satisface sus deseos con ellos, y luego los abandona. La lujuria es lo que la impulsa, es una come hombres. Los atributos de Uyara han sido proyectados en María Lionza.
Relato 4.- Para 1920 el mito relataba a la diosa como una mujer blanca (Garmendia, 1980). María era hija de una pareja de españoles. Cuando tenía 15 años, desapareció mientras nadaba en un lago. No murió sino que fue rescatada por una onza. La onza y María eran una y la misma. Por ello se llama María de la Onza y el dialecto popular condensó el nombre en María Lionza. Hay una versión similar a esta donde María Lionza se llama María Concepción de Sorte, hija de unos españoles, creció entre animales del bosque, hasta que un día le atrajo una luz extraña y desapareció. Se fue al cielo y se unió a algunos indios, que la hicieron reina y cabalga una onza.
Relato 5.- Algunos historiadores han tratado de averiguar si la historia de María Lionza es real. Para Garmendia, María Lionza era una dama española, que vivía en Barquisimeto durante la mitad del siglo XVII y su verdadero nombre era María Alonso. Era propietaria de vastas extensiones de tierra y era famosa por su bondad y la forma tan dulce que trataba a los trabajadores. Tenía afinidad por las onzas y era propietaria de 1000 de estos animales.
Relato 6.- Para Bruno Manara, historiador (1995) María Lionza era una española, que posiblemente se llamaba María del Marqués. Nació en España y vino a Venezuela, después que su barco naufragó como resultado de un huracán, que barrió al mar caribe en 1800. Fue arrojada a las playas venezolanas y fue rescatada por un grupo de indígenas que se la llevaron a Chivacoa, un jefe indio joven. Ella le enseñó algunas habilidades básicas a la tribu y luego se convirtió en reina de la tribu y de las montañas.

Interpretación Libre de los Relatos Míticos de María Lionza

Se va a considerar el mito de forma similar al sueño. Se tomará el relato como el contenido manifiesto y se buscará el conocimiento del contenido latente que hace referencia a las fantasías inconscientes, a las angustias primordiales del hombre. Se intentará usar el mito como instrumento para solucionar una pregunta. ¿Por qué María Lionza es Diosa?

Es interesante observar los elementos invariantes en estos relatos. En los primeros tres relatos, María Lionza es un indígena de ojos verdes y en los relatos 4 al 6 es una española. Sus ojos verdes son signos de buena señal y en otros relatos este mismo color de ojos es un mal augurio. En algunos relatos ella es rescatada por su padre, en otras es rescatada por algunos indígenas. Se convierte en reina, en Diosa, pero también puede transformarse en un monstruo o en una diplomática, ejemplificando que las transformaciones se van sucediendo por los opuestos. Otras transformaciones están en el orden del sincretismo, con esto quiero decir que el mito de María Lionza juega con la fusión o confusión de la condición humana y la divina. El mito muestra en María Lionza la combinación mitad humana y mitad animal, y en otras presenta el engolfamiento del sí mismo por una anaconda. También muestra la raíz del mestizaje y las consecuencias de éste, pues aparece como española rescatada por indígenas que la convierten en reina.

Estas vicisitudes de lo que le acontece al sí mismo, es algo digno de investigar en las versiones del mito. Al parecer plantea las fantasías inconscientes de un pueblo con respecto a la identidad nacional por devenir, como también el considerar deidad a lo que no es común en la comunidad. La raza blanca por ejemplo y el color verde de ojos en indígenas, más también nos habla de la situación de cada uno de los integrantes del mito y su historia cultural

Más específicamente se observa como invariante el que la amenaza está proyectada en el ambiente, algo amenaza la sobrevivencia de esta niña indígena de ojos verdes. En el relato 1, se especifica que para el padre, esta niña es un mal signo, y es de pensar si no se corresponde con la idea del padre de haber sido engañado por la madre, pues las indígenas no tienen ojos de color y esa desconfianza por la traición despierta las pasiones y quiere eliminar al producto de la traición, dándosela a la anaconda. ¿Será que esta anaconda que vive debajo del agua representa a la madre y que el padre rechaza la paternidad de la hija, devolviéndosela a la madre?
¿Cómo una estigmatización racial, puede volver diosa a alguien? Tal vez, la simbología de dar la hija a la anaconda es una forma representativa del asesinato del fruto de la traición, que regresa de la muerte como deidad. Podría ser esta versión más cercana a lo que muchos estudiosos de los mitos dicen que esconde el relato, el asesinato sobre el que se edifica una cultura.
En el relato 2, la versión no deja de ser similar a la 1, en el sentido que la niña de ojos verdes que se vaticina que va a nacer es un mal augurio y había que sacrificarla cuando naciera. Lo nuevo en el relato es este mirarse en el reflejo del lago que atraería la culebra que habita en el lago y generaría muerte y destrucción. En esta versión la regresión a la relación especular primaria, trae muerte y destrucción. El padre la separa y protege de esta profecía, lo que se asemeja a la versión edípica, colocándole guardias, y escondiéndola en un lugar secreto, más ni siquiera la protección del padre logra salvarla de la atracción por el regreso al útero, el lago materno, que la engolfó y se transformó en el objeto “la anaconda” que se infló tanto que explotó y trajo destrucción a la comunidad. El relato señala la amenaza de la fijación materna que no permite la individuación sino que el si mismo se fusiona con el objeto, modelo de lo que ocurre entre el sujeto y el ambiente fusionado que no se reconoce separado y termina en narcisismo de muerte. Pero también, el relato muestra el temor a las tendencias edípicas del padre y la hija, que es necesario proteger con los representantes superyoicos, los guardias.

El relato 3, muestra a la niña india de ojos verdes, pero ahora estos ojos son una buena señal, por lo mismo se fue convirtiendo en un amuleto para la comunidad. Ya no es la mujer mala como en los relatos anteriores sino que es la mujer salvadora. Esta vez es la madre quien la protege aislándola en la montaña, tal vez mostrando el recelo y rivalidad materno/filial, pues ella la dejó al cuidado de unos guardias protectores aislados de las relaciones con los demás, ¿Se referirá a la privación edípica? Sin embargo, dada la situación de la conquista, la comunidad puso las expectativas en ella para que entrara en conversaciones con los conquistadores, ¿Qué tipo de petición habrá hecho la comunidad? No obstante, su encanto y diplomacia no fueron suficientes para fascinar al conquistador y ella se aisló en la montaña convirtiéndose en Diosa, otra vez por la ví a del rechazo. Es curioso este antecedente, pues otra vez deja entrever el relato que a la niña hay que protegerla de las tendencias instintivas, que se proyectan en el ambiente.
Algunos estudiosos establecen la relación entre Yara y Uyara la come hombres, un mito de los Tupis del Brasil. En este caso María Lionza sería una mujer que fascina a los hombres por su belleza, aparece como mujer fatal que esconde una rivalidad con el hombre, pues los usa sexualmente y después los abandona. Esta versión transforma a María Lionza de buena mujer, con atributos comunicacionales, en una mujer voluptuosa, impulsiva, voraz.

El relato 4, pareciera referirse a la época de 1920, distinto a los tres relatos anteriores que se sitúa en la época de la conquista española. Aquí María Lionza es una quinceañera de piel blanca, que se pierde simbólicamente después de un sumergimiento en el lago. Aparece transformada en “mujer onza”. Esta transformación deja entrever que se fusionó con una onza, o se cruzó con uno de estos animales, para finalmente terminar siendo una diosa. Una versión modificada de este relato es que María Lionza muere y se convierte en reina de unos indígenas en el cielo.

Hasta ahora todos los relatos hablan de una mujer que nace humana y luego se transforma de modo poco claro y especificado en una fusión concreta de lo humano y lo animal para finalmente transformarse en diosa, donde el pase de lo humano a lo divino no tiene mayor explicación. Se podría especular diciendo que el mito relata las transformacion es simbólicas que sufre el hombre en su evolucionar, que toca su aspecto animal como la divinidad de la condición humana. Más el mito lo muestra no como algo abstracto sino como un acontecer concreto, que remite al sincretismo, cualidad de la mente primordial del hombre que contiene esta indiferenciación entre lo concreto y lo abstracto, lo animal y lo humano, las tendencias instintivas, lo interno y lo externo.

Al parecer esta repetición en los relatos de la muerte de María Lionza, y su posterior divinidad hace suponer que las causas de la muerte no fueron tan lícitas. En esto se podría asociar a la muerte de Jesucristo y la culpa humana, salvando las distancias, como si lo ominoso regresara y se convirtiera en la cosa viva, la deidad.

Conclusión

Las diferentes versiones del mito dejan entrever cómo el hombre social se las ve con la matriz de “pecho” y la matriz edípica, como proto fantasías universales que rigen la constitución del individuo y por ende del grupo social como unidad. Las vicisitudes del logro de la identidad como grupo societario son los temores ante las tendencias instintivas primordiales: el incesto, el parricidio/filicidio correspondientes a la matriz edípica, donde las pasiones desatadas de traición, celos envidias, desconfianza y aislamiento se proyectan en lo extranjero, en la exogamia, que es lo desconocido de si mismo. Sin embargo, existen otras tendencias más primarias asociadas al pecho y la especularidad, con su fascinación atrapadora en el mundo diádico ideal, divino en cuanto fusión con el objeto que lo indiferencia de éste, tan cercano a la muerte del si mismo, pero que en su versión opuesta puede ser la fusión “diabólica” enloquecedora, atrapante, constrictora.

Estas matrices psíquicas tienen sus derivados relacionales que se expresan en el mito: en la amenaza que significó la conquista española y las siguientes inmigraciones a la población nativa de Venezuela, como es la importancia del mestizaje, los temores a la pérdida de las identidades originarias, pero también la amenaza que lo extranjero implica para el grupo comunitario de hombres y mujeres.

El mito refleja también que ha sido creado por el hombre perteneciente a una sociedad patriarcal. En la mente de estos hombres quien prima es la madre-mujer y su desconfianza hacia ésta, como uno de los organizadores edípicos de la estructura relacional. En esta versión la mujer-madre mala que engaña, traiciona, asfixia, come hombres, que lo que le interesa del hombre es satisfacer su necesidad sexual y nada más, se contrapone a la mujer-madre idealizada, diosa, fértil, que protege, y que el hombre venera, y le da seguridad ante las incertidumbres de la vida. Ante esta madre-mujer escindida, todopoderosa, el hombre se siente vulnerable, amenazado en su sobrevivencia, mostrando su naturaleza finita.

En contraposición a esta vulnerabilidad, aparece la mujer/madre todopoderosa que ejerce influencia más allá de la muerte, y por este atributo acerca al hombre a la divinidad, al compartir los dones de la diosa en las experiencias sensoriales -mágicas y eso lo hace inmortal. Siguiendo a Santamaría, estas versiones del mito de María Lionza responden a los diversos temas que el autor menciona que contiene algunos mitos, sobre todo el de la ilusión de inmortalidad y de invulnerabilidad, que es consecuencia de la identificación extrema con lo materno/femenino. Como también, en parte, responde a la presencia de una madre omnipotente, controladora, que no favorece la individuación del hijo y que castiga los intentos de independencia de éste. Que amenaza con abandonar al hijo y si éste se aleja de ella regresa culpable, y aparece en forma de diosa o de bruja.

Este culto a la madre diosa nos habla de la dificultad del hombre y de los miembros de una sociedad para desprenderse de la mente primitiva (Bianchedi). Para Santamaría, el mito de Edipo es la envoltura superficial de una identidad más profunda, que lo verdadero del mito es lo pre-edípico/mítico/indígena, que se elabora y se exterioriza a diferentes niveles de comportamiento. Que es allí que se encuentra la creatividad y originalidad de nuestra identidad.

Referencias
1. Aragonés, Raúl (2004) El sincretismo y los tres modelos del narcisismo de Freud, 43avo.Congreso Internacional de IPA, Nueva Orleans, s/fc
2. Abraham, K. (1909) Sueños y Mitos en Smulever Psicoanálisis y Cultura. Revista FEPAL 2000
3. Bianchedi y Sor (2000) La mente primordial, el mito de Babel y la mente separada, en Las Tareas del Psicoanálisis, Buenos Aires: editorial Polemos
4. Bion, W. (1996) La torre de Babel en Cogitations, Valencia: editorial Promolibro
5. Freud, S. (1901) Sobre los sueños, Obras Completas Sigmund Freud, Buenos Aires: Amorrortu Editores, Vol. V (1908) La creación poética y la fantasía, Obras Completas Sigmund Freud Buenos Aires:, Amorrortu Editores, Vol. IX.
6. Tuber-Oklander, J. (2004) Dionisio y Narciso, trabajo presentado en el Panel “El narcisismo y el sincretismo”, en el 43avo. Congreso Internacional de Psicoanálisis, Nueva Orleáns.
7. Smulever, M. A. (2000) Psicoanálisis y cultura. Mito y Personalidad, Revista Latinoamericana de Psicoanálisis FEPAL, V. 4, N. 1.
8. Santamaría, A (2000) El mito como factor estructurante de la Personalidad Latinoamericana, Revista Latinoamericana de Psicoanálisis FEPAL, V. 4, N. 1.
9. A girardian reading of the Myth of María Lionza, www.sla.purdue.edu/academic/idis/jewishstudies/coverpapers/andrade.pdf

Publicado originalmente en: VITAE.UCV.VE


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