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"A partir del trabajo de las antropólogas Angelina Pollak-Eltz (UCAB) Jaqueline Clarac de Briceño (ULA) y Daisy Barreto (UCV) se plantea un recorrido que busca aproximar al lector a la tradición existente sobre la Diosa en la historia venezolana, que parte desde lo ancestral a la configuración como culto y la recreación hecha por el escultor Alejandro Colina que la convirtió en ícono de la ciudad de Caracas para su posterior veneración por parte de los creyentes.
Desde el inicio de mi trabajo académico en referencia a la tradición que enmarca a la Diosa que conocemos como María Lionza he encontrado multitud de personas que se han maravillado por el tema de estudio que elegí y que, a lo largo de mi experiencia, he recopilado tanta información como temas que pueden desarrollarse en infinidad de artículos y proyectos.
En este particular, ceñido a lo que hoy podemos ver en este escrito, elaboro un resumen didáctico y al alcance de cualquier lector. No sólo de la academia, sino de aquel público interesado en el tema y que escapa de la condena por tratarse de un culto doméstico que ha crecido, mutado y reinterpretado de mil formas.
Así, recorreremos el camino en una aproximación desde lo ancestral aborigen al inicio del culto más o menos organizado y que se hace más público con la declaración del "cerro María Lionza" como Monumento Natural y de la elaboración de la escultura por el maestro Alejandro Colina, que serviría como pebetero en los Juegos Bolivarianos realizados en la Universidad Central de Venezuela. El recorrido llega a las vicisitudes del posible traslado de la diosa de piedra en los años 70 del siglo pasado, hasta el conflicto por la restauración y posterior ubicación en el año 2004. Es un ejercicio de historia que toma la información Dada por los principales medios de información nacional en nuestro país."
Parte de la introducción del libro escrito del sociólogo Eloy Marchán, que hoy 31 de octubre de 2022 ve la luz para celebrar el mes de nuestra Diosa María Lionza. Un aporte a nuestro sagrado culto.
"Dedico este trabajo en agradecimiento al personal de la Hemeroteca Nacional que siempre ha estado dispuesto a la colaboración en mi investigación, sobre todo en momentos de pandemia dónde solo pocos investigadores tuvimos el privilegio de seguir en nuestra labor...
A mi colega Cesar Escalona que siempre con sus consejos e iniciativas me impulsan a continuar esta tarea titánica de rescatar del olvido la memoria histórica de la tradición marialioncera, a nivel académico y espiritual.
A la Dra. Daisy Barreto por ser un ejemplo vivo de lucha contra todo lo que se opone a que sean estudiados, analizados y expuestos estos temas que en muchos ámbitos no convienen a las élites...
A mis hermanos de culto, Wilmer Zabala y a "Yoe" Rojas, que son pilares fundamentales que me impulsan y dan ánimos a seguir la misión encomendada desde el mundo de los espíritus...
Al hermano Franklin Barazarte, que es uno de los pocos que mantienen la llama viva de la tradición que nos legara la Sacerdotisa Beatriz Veit-Tané, gracias por la confianza y por brindar su apoyo constante."
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