lunes, 29 de mayo de 2023

El catolicismo popular en Venezuela



-La sobreposición de las dos estructuras religiosas es un fenómeno que caracteriza el catolicismo

popular tanto de los mestizos como de los afroamericanos.

-La estructura cristiana a veces camufla la estructura básica, inconsciente a primera vista. Pero

cuando se investiga este fenómeno más a fondo, la estructura fundamental se revela a los ojos

del observador.

-Las funciones que desempeña la religión para el pueblo humilde son las mismas que desempeñan los cultos africanos y los ritos de nuestros indígenas tribales.


 Por: Dra. ANGELINA POLLAK-ELTZ

La Dra. Angelina Pollak-Eltz, antropóloga graduada en la Universidad de Viena en 1964, especializada en estudios afroamericanos (su tesis doctoral em sobre los "Rasgos culturales afroamericanos en Venezuela") es Profesora de la UCAB e investigadora en el Instituto de Estudios Históricos de dicha Universidad. Sus principales publicaciones aparecen en las notas del articulo.


El catolicismo latinoamericano está caracterizado por un fuerte sincretismo religioso. Se habla de sincretismo cuando ciertos rasgos de la cultura propia se identifican con otros parecidos provenientes de otra cultura con la que se está en contacto. Es un proceso sicológico por el que una persona puede pasar con facilidad, consciente o inconscientemente, de una cultura a otra. La reinterpretación de elementos culturales antiguos en forma nueva tiene un efecto parecida al sincretismo: el contenido se altera, pero se conserva el valor sicológico (Herskovits 1948:3).

Tanto el sincretismo como la reinterpretación alteran las estructuras religiosas, Nuevas estructuras se imponen a las anteriores sin sustituirlas por completo. Son la base inconsciente de la religiosidad popular.


En Venezuela el sincretismo religioso tiene tres raíces:

-el catolicismo popular español, transplantado al Nuevo Mundo, con su ferviente culto a los santos,

los conceptos mágico-religiosos y la mitología de los indígenas, convertidos a la fuerza al cristianismo.

-las estructuras fundamentales y la orientación religiosa de África Occidental, con sus creencias, por cierto, algo fragmentadas, que ejercen, sin embargo, una influencia muy grande en las actitudes y conceptos religiosos del pueblo venezolano.


Con el tiempo, los rasgos ibéricos, africanos y autóctonos se amalgamaron. Por consiguiente, el sincretismo religioso se manifiesta en dos niveles distintos:


-en el culto a María Lionza y otros cultos semejantes, que abarcan creencias y supersticiones provenientes de los tres etnos que forman el pueblo venezolano, pero con énfasis en ritos mágicos dedicados a seres sobrenaturales que están fuera del ambiente del catolicismo o por lo menos en un nivel distinto.

-el catolicismo popular, cuya estructura se basa en estructuras antiguas africanas e indígenas, manteniendo al mismo tiempo un aspecto aparentemente cristiano. Se trata de una reinterpretación de la doctrina cristiana dentro de un margen diferente para que corresponda mejor a las exigencias del pueblo.

Por el momento prescindimos del culto a María Lionza, para ocuparnos en este breve ensayo solo del  catolicismo popular.

Para una mejor comprensión de las actitudes religiosas del pueblo venezolano es indispensable estudiar estas estructuras inconscientes para utilizar la terminología de Clarac de Briceño (1972)- de origen indígena y africano.


Las estructuras religiosas africanas

En el África Occidental, lugar de origen de la mayoría de los negros venezolanos, la estructura de las diversas religiones tribales son básicamente similar: El Ser Supremo, creador y suma autoridad, está por encima de los seres terrestres (animales en un nivel más bajo y hombres en un nivel superior),

Entre sus criaturas y Dios, y como intermediarios, se encuentran las divinidades: fuerzas de la naturaleza, personificadas, y dueños de los lugares geográficos.

El Ser Supremo, al retirarse del mundo después de terminar la Creación en los tiempos mitológicos, ha delegado y dividido sus poderes entre las divinidades. Los hombres no se acercan directamente al Ser Supremo, sino acuden a éstas para lograr determinados fines. No son ni buenas ni malas, sino que pueden prodigar sus favores al so les sabe tratar o desatar sus iras en caso contrario. Para lograr algo, se hace un pacto con la deidad, una promesa o un voto, que, al recibir al favor, es preciso pagarlo al pie de la letra. Se recurre a prácticas mágicas para Inducir a la divinidad a hacer lo que el hombre desea. El culto tiene esencialmente fines utilitarios. Se pide algo, se hace un trato, se dan las gracias por favores recibidos. No se adora a la deidad. Las fuerzas sobrenaturales son caminos para acercarse al Ser Supremo, a quien solo. se recurre en casos muy excepcionales. Cada divinidad des empeña un papel especial y bien determinado. Era fácil amalgamar la doctrina cristiana a esta estructura básica y así se pudo realizar el sincretismo entre las deidades africanas y los santos de la Iglesia Católica: surge un politeísmo dentro del margen de un monoteísmo básico.


En África cada persona tiene una divinidad protectora, en cuyo culto está iniciada y al que venera regularmente. Esto establece relaciones personales con sus obligaciones mutuas. La divinidad africana se convierte en el santo protector, que en Venezuela a menudo coincide con el santo onomástico La relación personal se refleja en la actitud de la gente que contrapone "mi santo" a "tu santo", como el africano contrapone "mi deidad" a "tu deidad".


En África los veneradores de cada divinidad forman una i fraternidad o secta religiosa. En América, los frailes españoles, para fomentar la devoción a los santos católicos, fundaron cofradías de negros libres y esclavos dedicadas al culto de un santo determinado, sin percatarse de que en el seno del estas organizaciones cristianas los miembros lograban conservar el culto a la divinidad africana con la que amalgaman al santo patrono. Así, involuntariamente, los misioneros con tribuyeron a la conservación de creencias y ritos africanos


En África cada pueblo tiene su deidad protectora, a la cual se dedica una fiesta anual. Esta divinidad se convierte en el santo patrono de la Iglesia Parroquial, al cual se le celebra una fiesta todos los años en su día onomástico. A menudo no es solamente el protector del pueblo, sino también una divinidad agraria que trae las lluvias y la fertilidad y así asegure el bienestar de los moradores.


Otro hecho importante: En África la religiosidad y la moral se encuentran en dos niveles muy distintos. No existe el mal absoluto, no existen demonios, no se cree en la retribución de ultratumba, sino que las faltas en el ritual o las transgresiones de los tabús son castigados aquí y ahora por las. divinidades. Para Incorporarse a un grupo de devotos de una deidad especifica no se requiere la adhesión a una moral especifica. Hasta cierto punto, notamos la misma actitud en la Iglesia Católica: se nace en el catolicismo y la Iglesia no exige una moral especifica, basta la confesión para lavarse de todo el mal. Los afro-americanos tienen las mismas actitudes: el código moral y el código religioso se encuentran separados. pero es indispensable llevar a cabo los ritos mágico-religiosos para lograr determinados fines.


Los africanos buscan el contacto directo con las divinidades a través del oráculo (adivinación) a través de un médium en trance o por el éxtasis ritual en ocasión de una fiesta en honor de la divinidad. Se busca este contacto muy personal en ritos y bailes frenéticos. Esta estrecha relación es muy característica en los sectores afro-americanos de Brasil y Cuba, pero es raro en el catolicismo popular venezolano, aunque aparece en ocasión de los bailes en presencia de la imagen del santo patrono o en ciertos ritos de sectas evangélicas que buscan este contacto a través del trance. Por cierto, la mediumidad ocupa un puesto de suma importancia en el culto a María Lionza.


Aunque hoy en día nombres de las antiguas deidades africanas, amalgamadas a los santos católicos, se han perdido, en la oscuridad, se notan rasgos africanos muy fuertes sobre todo en la veneración de San Juan en el tiempo de solsticio de verano y de San Benito durante la época de Navidad, o sea, del solsticio de invierno. No cabe duda que estos santos sustituyen a antiguas deidades africanas, asociadas a la fertilidad de la tierra y a la lluvia. Como los negros de África Occidental son esencialmente agrarios, el calendario agrícola juega un papel muy importante en determinar las fiestas para las deidades.


El culto a la tierra está ligado estructuralmente al culto a los antepasados, a los cuales se invoca para pedir fertilidad o bienestar. La fiesta de los Diablos en algunos pueblos de la costa venezolana re cuerda a los ritos de Egungun, los espíritus purificados de los antepasados, quienes vuelven una vez al año a la tierra para traer bienestar y fertilidad a los parientes vivos. Otro aspecto Interesante: Los africanos consideran que sus deidades tienen las mismas debilidades que tienen los hombres. Esta misma actitud se refleja cuando un devota de San Juan dice: "San Juan es muy atrevido, le gusta tomar un traguito" Entre los "rites de passage" africanos ocupa un puesta muy Importante la iniciación del neófito en el culto a su divinidad Este ritual simboliza la muerte de la persona iniciada y su resurrección a una nueva existencia más elevada al servicio de la deidad. Una analogía a este concepto se encuentra en los r tos de bautizo de las sectas evangélicas. La estructure as básicamente igual, solo el contenido religioso es diferente. En el catolicismo popular el bautizo es algo como un rito mágico que aleja las malas influencias. Los ritos fúnebres ocupan un lugar muy importante tanto en el ciclo de la vida de los africanos como en la de los criollos. Ambos realizan velorios en presencia del cadáver, durante las nueve noches después del entierro, a los cuarenta días o un año de la muerte. El último ritual significa la ruptura del duela y el despacho final y definitivo del alma de este mundo al mundo de los difuntos. Las analogías estructurales de los ritos africanos y los latinoamericanos son evidentes, aunque hay que admitir que nos encontramos aquí frente a un fenómeno de convergencia cultural, porque también en España existen ritos fúnebres muy parecidos.


Los africanos creen en la existencia de una doble alma. sombra protectora y fuerza vital. La fuerza vital desaparecerá después de la muerte o va al mundo de los difuntos y la sombra se convierte en espíritu que a menudo sigue en el mundo hasta que renazca en un niño de la misma familia. En el catolicismo popular el espíritu se convierte en alma errante a relación es muy característica de las sectas afro-americanas de Brasil y Cuba, pero es raro en el catolicismo popular venezolano.


Las estructuras religiosas amerindias

Volvamos a las religiones de los indígenas americanos. Las estructuras de las religiones autóctonas de nuestros antepasados no se prestan tan fácilmente a un análisis parecido, Por consiguiente, las estructuras cristianas sobrepuestas parecen menos transparentes que en el caso de los afroamericanos. Sin embargo, se notan ciertos Indicios de una estructura in consciente básica bajo las tradiciones cristianas, Las tribus venezolanas indígenas pertenecían a dos mundos distintos, cada uno con sus conceptos religiosos bien diversos: el mundo de los recolectores y cazadores y el de los pueblos agrícolas.

Los recolectores y cazadores veneran divinidades selváticas, dueños de animales salvajes y peces de los ríos y un un Ser Supremo, poco perfilado y retirado de la tierra. 

Los pueblos agrícolas veneran divinidades chtónicas. Casi siempre existe un héroe cultural, que enseñó al hombre la agricultura y el uso de ciertos elementos, y luego desapareció. También creen en divinidades bucólicas y dueños de ríos y lagunas. El agua ocupa un puesto muy importante en su pensamiento. La luna y el sol son venerados como seres divinos. Si existe un Dios Supremo, está muy alejado del mundo. Entre los seres divinos y los hombres están los sacerdotes (mojanes, chamanes, piaches) que desempeñan un triple papel: son los guardianes de las antiguas tradiciones y ejecutores de cultos dedicados a las divinidades, son adivinadores y magos y son médicos-curanderos.


Los cazadores tratan de aumentar el número de animales salvajes o peces por medio de ritos dedicados a los dueños de la naturaleza. Los agricultores tratan de aumentar la fertilidad de sus campos a través de cultos dedicados a las fuerzas sobrenaturales que controlan las fuerzas de la naturaleza: agua, tierra, etc. Para tales fines ambos recurren a prácticas mágico religiosas.


En algunos casos el sincretismo no es completo: los ritos "paganos" se asociaban solo exteriormente a marginalmente a las fiestas cristianas. Un ejemplo. es la Fiesta de las Turas, en Falcón. Se celebra el día de las Mercedes en septiembre, con misa en honor de la Virgen y con procesión con la imagen de la Madre de Dios. Pero en realidad se trata de una fiesta para dar gracias a las divinidades chtónicas, dueños y sanjuanes, quienes traen la fertilidad a los campos y ocasionan una buena cosecha. Se sacrifican los primeros frutos de los campos a los espíritus de la tierra y de la naturaleza, a menudo consagrados anteriormente en la Iglesia Católica. Otras divinidades chtónicas asociadas a las faenas agrícolas fueron amalgamadas a San Isidro Labrador, a quien los campesinos, sobre todo en los Estados Andinos, suelen celebrar una fiesta anual que tiene su puesto importante en el calendario agrícola En muchos pueblos de mestizos la fiesta del patrono de la Iglesia Parroquial coincide con una fiesta de acción de gracias por la cosecha o con una rogativa para conseguir la lluvia. Estas fiestas provienen de tiempos anteriores a la Conquista, pero han sido amalgamadas a las tradiciones cristianas, sin que los mismos campesinos sean conscientes de la estructura básica. El santo sustituye a la divinidad protectora. Así, por ejemplo, en La Parroquia (Estado Mérida) se celebra una fiesta anual en el día de la Virgen de la Candelaria (2) de Febrero), asociada a una parranda que representa diferentes actos de labores agrícolas en danzas ritualísticas. Se trate, sin duda alguna, de un antiguo rito agrario que obtuvo una nueva Interpretación por medio de la transculturación y el mestizaje.


En el Pueblo Llano, cerca de Santo Domingo (Edo, Mérida). los campesinos celebran una fiesta en honor del Niño Jesús durante la época de las Navidades, amalgamada a la veneración del "espuntón", una representación rústica de un personaje mitológico indígena, llamada Mapollón Linares. Por cierto, no es éste el nombre autóctono, que se perdió en el curso de los tiempos. Una fiesta parecida se celebra en Caigua (Anzoátegui), también en tiempo de Navidad.


Hemos dicho que las divinidades indígenas tienen personalidades mucho menos perfiladas que las deidades africanas. Así, tampoco las estructuras básicas saltan a la vista con tanta facilidad. Sin embargo, estas fuerzas sobrenaturales del mundo autóctono aún sobreviven bajo el aspecto de espíritus de la naturaleza, dueños, duendes, secretones y "san juanes", guardianes de bosques, ríos y lagunas, cumbres y páramos, que pertenecen menos al mundo del catolicismo popular que al folklore, aunque estos personajes tienen verdadera realidad para el pueblo humilde, al igual que los santos y las divinidades Inferiores. Los mitos no son cuantos a leyendas, sino son vividos y reales. Pertenecen al mundo cosmológico estas fuerzas sobrenaturales que influyen en la vida de los humanos. No son ni buenas ni malos. Hay que aplacar su Ira con sacrificios y obedecer sus leyes para lograr los fines deseados. Este concepto es idéntico al concepto africano. No existe el bueno absoluto ni el demonio.

CONCLUSION


La sobreposición de las dos estructuras religiosas es un fenómeno que caracteriza el catolicismo popular tanto de los mestizos como de los afroamericanos. La estructura cristiana a veces camufla la estructura básica, inconsciente a primera vista. Pero cuando se investiga este fenómeno más a fondo, la estructura fundamental se revela a los ojos del observador. Falta añadir que la gente misma no se da cuenta de estas estructuras básicas ni tampoco del hecho de que su religiosidad constituye una desviación de las normas cristianas. Des conocen el lugar y la tribu africana de origen. Ignoran los nombres de las antiguas divinidades. V no se dan cuenta de que éstas sobreviven en los santos. Se consideran católicos y fervientes devotos de los santos, a pesar de no frecuentar la Iglesia regularmente y de que no viven siempre conforme a los Diez Mandamientos.

Para una mejor comprensión de las actitudes religiosas del pueblo venezolano es indispensable estudiar a fondo estas estructuras Inconscientes, que estén asociados estrechamente con la vida del campesino y el ambiente natural en el que se encuentran.

Es también necesario estudiar las funciones que desempeña la religión para el pueblo humilde. Sin duda son las mis mas funciones que desempeñan los cultos africanos y los ritos de nuestros indígenas tribales. Los ritos no solo desempeñan funciones religiosas, sino también recreacionales (fiestas, diversión, baile), psicológicas (gratificaciones del ego, disminución de tensiones nerviosas y desplazamiento de la agresividad), económicas (ayuda mutua dentro del grupo, remuneración de los piaches que realizan curaciones o trabajos mágicos), sociales (refuerzo de los lazos de amistad a través del compadrazgo) y medicinales (curas mágicas o a base de hierbas con la ayuda de los santos). Un culto o una religión que satisface todos estos anhelos del pueblo será abrazado por la gente más fácilmente y tendrá un éxito mayor que un culto que se limita a satisfacer solamente las necesidades religiosas.

LITERATURA


CLARAC DE BRICERO, Jacqueline: "Concepción mágico religiosa en la comunidad andina La Pedregosa". Ponencia en el Congreso Internacional de Sociología, Caracas-Caraballeda. 1972. 

HERSKOVITS, Melville: "The contribution of Afroamerican studies to African historical research", American Anthropologlat XLV-4-1. 1948. 

GRUSON, Alberto: "Religiosidad popular e Iglesia como institución Ponencia en el Congreso Internacional de Sociologia, Caracas-Caraballeda 1972. 

POLLAK-ELTZ, Angelina "Vestigios Africanos en la cultura del pueblo venezolano, UCAB. Caracas. 1972 

"Cultos afroamericanos" UCAB Caracas. 1972 

"María Lionza, Mito y Culto venezolano UCAB. Caracas. 1972


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