domingo, 21 de mayo de 2023

María Lionza en 4 tiempos

María Lionza (Zuñiga-2006)


Por: Luis G Gallardo. 

Chivacoa 07 de julio de 2021. 


Consideramos que para conocer a la Diosa venezolana (María Lionza) hay que verla desde 4 tiempos, los cuales están marcadas sin duda alguna por el proceso precolombino, el periodo de la conquista, la imposición del catolicismo y los ciclos festivos que ocurren con la llegada de los Europeos.      

En el periodo precolombino los elementos de orden religioso estaban constituídos bajo dos órdenes: Uno de base o raíz matriarcal y el otro bajo un orden patriarcal; sin embargo la presencia de lo femenino y lo masculino estaba en todos los grupos étnicos desde Mesoamérica hasta Suramérica; casos tan conocidos como los de Cihuacoatl y Quetzalcoal en el caso de los Aztecas, Bachue y Qhuzha de los Chibchas, Ikake y el Ches de los Timotes y los Kuicas, asi como Guashía y Kapo entre  los Jiraharas / Nívar, amén del sinnúmeros de nombres que conseguimos en todos los pueblos aborígenes que se extienden en la geografía venezolana, en las voces de pueblos de tronco arawac.      

Con la incursión de los pueblos de las costas mediterráneas y previo al catolicismo, hacen  presencia en nuestro culto deidades de pueblos como los ibéricos, vascos, celtas, griegos, cartaginenses y por su puesto la presencia de los moros, que sembraron una cultura anterior y posterior al catolicismo entre los españoles, canarios y muchos de éstos preservaron e incluyeron dentro de  la religiosidad aborigen de ese momento. Allí podemos evidenciar  el caso de " Mary la dama del peine y el espejo de oro" por solo citar un caso.           

La tercera fase la establece el catolicismo y la presencia africana, la primera impone a sangre y fuego la nueva religión, pero asimila muchísimos elementos indígenas para convertir a los aborígenes a esta nueva religión y los nombres aborígenes  cambian por los de vírgenes cristianas y su mayor presencia la conseguimos en la fundación eclesiástica de nuestros pueblos y ciudades de los cuales solo citaremos algunos: Nuestra Señora de la Purísima Concepción de El Tocuyo, Santa Ana de Coro y Nuestra Señora de la Concepción del Valle de Guiguasa. Donde luego, y producto de la presencia forzada de africanos, cambian sus santos patrones por San Juan, San Pedro, San Sebastián, entre  otros. Esta presencia africana deja como resultado que aparezcan nuevos elementos al culto a nuestra deidad aborigen, la cual empieza sus primeras transformación hacia el amalgamiento del mestizaje que nada tiene que ver en su esencia con la santería o las llamadas religiones de origen afrocubanas.    

La cuarta etapa  bajo la que pervive nuestra Maria Lionza, esta enclavada en el ciclo festivo, donde la presencia de la Diosa se refleja principalmente en los cantos monótonos, la simbogia, así como la presencia femenina, la maraka y los propios ciclos festivos que a simple vista pareciera que obedecen al calendario gregoriano, pero en esencia, forma y fondo son las reminiscencias de los ciclos agrarios, femeninos, solares y lunares de nuestros pueblos indígenas que básicamente giran en torno a la inhumación del padre maíz y el padre cacao, así como en los tres ciclos míticos de Marialionza; del aporte africano y de la presencia de esos pueblos Euro/árabe/ asiático, que sobrevivieron a la conquista romanó católica y que hoy confluyen en armonía como una marca autentica de nuestro mestizaje. 

Espero en próximos escritos ahondar en cada una de estas etapas por separado, para una mayor comprensión de quien se acerque a la lectura de estos textos. 



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