Africanías
Año 1 - N. 03
Son muchas las interpretaciones que sobre el culto a la Reina María Lionza han dado personas vincula das a él, algún que otro diletante, poetas, filósofos, folkloristas, antropólogos, sociólogos, intelectuales de renombre internacional e investigadores de todo tipo. Algunas de ellas, marcadas generalmente por la concepción equivocada de que el saber de los antiguos procedía de una imaginería falsa, lo tildan de brujería a pesar de lo desacertado del término para tratar de definir las prácticas que concilia la teoría espirita con las leyes universales de la analogía y el magnetismo. "Tal como es arriba, así es abajo". "La materia es indestructible y únicamente sometida a transformaciones; otros, igualmente tergiversando los fundamentos de la doctrina que no conocen, lo califican de ocultismo o nigromancia; los más, creen en la proyección de una leyenda sustentada en las prácticas espiritas de los antiguos pobladores indígenas, que hoy se ha convertido en un mito pintoresco; todos, en su afán calificador olvidan destacar las partes positivas de un culto que definitivamente ha aglutinado a un gran sector de la población venezolana, que busca senderos diferentes para estimular los aspectos espirituales tan olvida dos por las estructuras impuestas por la sociedad actual.
Como no es el objetivo de esta publicación polemizar con unos u otros de los que han abordado el tema, para bien o para mal, hemos querido, partiendo de ganar a nuestro favor todo lo que se ha aportado anteriormente, hacer un análisis que en realidad deje algo que abone el terreno para posibilitar la interpretación del culto a esa entidad tan querida por los simpatizantes y practicantes de la obra: la Reina María Lionza.
Lo que más se destaca en el culto a la Reina María Lionza y a las Cortes Indias, es sin lugar a dudas el número de personas que día a día se suma a las manifestaciones que en las montañas del distrito Bruzual, cerca de Chivacoa, en Yaracuy, se realizan para demostrar el amor y el respeto, la veneración a antepasados que velan por la salud física y espiritual de los que asisten a ellas.
Como parte de un culto antiquísimo que el hombre ha dispensado a sus antepasados debe considerarse que forma parte del espiritismo, aunque presente características especiales dada la particularidad socio-cultural de los que la practican: a ello contribuye la tradición indígena y su sincretismo con el catolicismo imperante. Una de las teorías, a nuestro juicio, mejor sustentada, es la que busca los orígenes en la diosa Yara, a quien los indios de la zona centro occidental rindieron culto. Es muy probable que el culto a la Reina María Lionza haya surgido como la fusión del culto a esa diosa indígena que da nombre a la zona yaracuyana. Es posible que con el objeto de establecer analogías más favorables para las relaciones entre conquistadores y conquistados, los antiguos pobladores hayan idealizado la sincretización de esta entidad que aglutina a las razas en el mejor sentido, el religioso. Es ese sincretismo el que da pie a las controversias entre el origen autóctono o español de la Reina.
Debido a ese afán totalizador y aglutinador que se establece para armonizar las relaciones entre conquistadores y conquistados es que se origina la connotación de las categorías bueno y malo en la obra de la Reina María Lionza. Hay personas que dicen que la entidad espiritual de la Reina se presta tanto para hacer el bien como para hacer el mal, nosotros no creemos eso.
La Reina María Lionza es un espíritu de mucha elevación al que no puede atribuírsele la opción de obrar para mal. Muchos hermanos han tenido la hermosa oportunidad de participar en sesiones donde la Reina ha bajado y dan fe de su bondad y elevación; su caridad y amor para con los que la veneran y estimulan su ascensión luminosa y toda la historia de milagros piadosos que es su obra evidencian que no puede ser una entidad que trabaje para mal o pacte sobre sus bases. Es posible que aquellas personas que refieren anécdotas de sus maldades se refieren a alguna otra entidad de menor elevación a la que se permita pasar por ella para completar la acción karmática de aquellos, que de un modo u otro pretenden alterar las leyes universales obteniendo para si, bondades que no les pertenecen. Existe otra versión que relaciona a la Reina María Lionza como deidad las aguas; desde la más remota antigüedad el hombre ha rendido culto al agua ya como representación del nacimiento espiritual que conlleva el bautismo, ya partiendo de las virtudes terapéuticas. Los antiguos escritos de la obra atribuyen entidades protectoras a las aguas: las ondinas y nereidas, duendes celadores de las vibraciones magnéticas que le ha conferido la naturaleza.
Esas conocidas virtudes de las aguas han permitido la diversificación de la zona donde se practica el culto hacia ríos como Agua Blanca en el estado Portuguesa y otros ríos de las zonas montañosas de Venezuela.
Altar a la Reina en el portal de Juana, en Quivallo. Se aprecian las ofrendas de velas, flores, frutas y bebidas.
Uno de los aspectos más relevantes por su autoctonía es la costumbre del uso del cocuy, aguardiente proveniente de las destilaciones del fermentos de las hojas de sisal, y el consumo de tabacos. Esa costumbre es originaria de las prácticas espiritas indígenas. Según parece tanto el cocuy como el tabaco son medios que aportan la energía necesaria para poder establecer comunicación con los espíritus asistentes.
No obstante muchas personas que leen el tabaco pueden ciertamente interpretar su ceniza tal y como lo hacían los "piaches caquetíos que practicaban, como en la antigüedad de todos los pueblos, el espiritismo.
En honor a esos antepasados in dios también se rinde culto a la Corte India, a la cual, en días festivos tales como las vacaciones de junio y julio, el 12 de octubre, Dia de la Raza, etc., se les ofrece bailes sobre brasas o bailes en candela, vidrios, y otros tributos. Es sorprendente como las mediumnidades que participan en esos bailes penetran danzando descalzos, al ritmo de, tambores, en los patios repletos de brasas o de vidrios y al salir del trance no presentan huella alguna de quemadura o cortadura.
Lamentablemente el centro fundamental del culto a María Lionza, Sorte, ha perdido, en parte, su carácter sagrado. Muchos son los que van a realizar las mismas actividades que realizan en las contamina das ciudades, impidiendo que aquellas personas que van a desarrollar labores de fe realicen sus trabajos tranquilamente. Esas violaciones son fruto de la degradación social en que vivimos, y del status moral que nos brinda esta sociedad difícil. No obstante son muchas las cosas hermosas que aún se ven en la montaña de Sorte.
El mismo joven que saltó de entre los presentes hacia las brasas. Puede apreciarse la transformación que sufrió durante el trance. Posteriormente tuvimos ocasión de verlo y no había sufrido quemadura alguna.
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