“Madre mía, guardián mío, madre de los humildes y desvalidos, de los necesitados y oprimidos, de los buenos de corazón, con toda nuestra fé te solicito oigas mi ruego, para que entre los ángeles, querubines y serafines, en el esplendor espiritual de la corte celestial, en nombre de Dios Todopoderoso, me envuelvas con tu paz y armonía, con tu amor y fortuna, y que protejas mi casa, mi hogar, mi familia, mi persona, mi trabajo, mis amistades, para que no seamos mancillados con envidias, mentiras, celos, maldades, malas influencias. Ruego, Madre Reina María Lionza, me concedas esta petición, y que siempre des luz a cada uno de mis pasos, y de los míos. Amén. Que así sea”.
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