MILAGRERA DE SORTE
(Una
contribución a su leyenda)
Por: Francisco Mayorga
Mariángel
se despertó de repente, su agitado pecho se pegó a sus rodillas en el impulso
de levantarse y sus senos como mangos maduros descansaron un segundo. Sólo un
segundo, inmediatamente sus pies volaron al piso alfombrado y sus largas
piernas como cambures sin concha se movieron en la cama con un embrujo
paralizante. Ella tenía los minutos contados…
La
terrible situación económica en la que está sumergido el país, algunos
problemas en su preparación y el poco apoyo de los organizadores del certamen,
luego de haber sido designada como “Miss Venezuela”, estaban a punto de ahogar
las ilusiones de esta bellísima joven. Su viaje a Panamá estaba en pico ‘e
zamuro y tenía ella misma que salvar urgentes escollos.
Al
final de la tarde el viaje era un imposible, sin embargo, ella seguía aferrada
a su ilusión, vio colgado el traje típico que llevaría, inspirado en la reina
María Lionza y la esperanza iluminó de nuevo su resignado rostro de miss
embarcada; la diosa madre la salvaría, había oído que hace milagros y ella
necesitaba uno. Lloró y rezó sobre su cama pidiendo lo que ya parecía una
quimera. Se durmió llamando “mi reina” a la deidad aborigen de Yaracuy.
"MILAGRERA DE SORTE" (II)
Diosa del amor.
María
Lionza está definida en la creencia popular venezolana con tres palabras,
Reina, Madre y Diosa, y sus virtudes son el amor, la paz y la bondad, pero su
origen está entretejido de leyendas diversas.
Durante
la época de la conquista llegó al poblado de los caquetíos, en la montaña de
Nirgua, región del hoy estado Yaracuy, una expedición al mando del capitán Juan
Erasmo Hernández. Su hijo José Francisco, un muchacho estudioso de la
lingüística lo acompañó con la intención de aprender lenguas indígenas. Se
presentaron ante el jefe de la tribu y el joven lingüista quedó profundamente
impactado por la belleza de la esposa del cacique, una niña de 16 años con
profundos ojos negros de venadita. Ella también se enamoró del mozo y comenzó
un romance secreto. Sorte ocultó la pasión para evitar que se quemara la
montaña.
Nació
una niña de belleza extraordinaria, blanca de ojos claros, para todos, hija del
cacique de la tribu de los indios caquetíos. Los conquistadores se fueron y con
ellos José Francisco, obligado por su padre. Sólo supo que jamás vería a su
hija y a Yuribí.
El
cacique supo la verdad que le había sido ocultada por su esposa, a quien amaba
entrañablemente, inmediatamente que vio a la preciosa criatura. Le extrañó el
nacimiento de una niña blanca y con los ojos tan claros como las aguas de la
laguna. Entendió la amistad de su esposa con el hijo del capitán, un padre blanco
era la lógica, por eso tomó la decisión de ocultarla en su bohío hasta que se
convirtió en una encantadora mujer, tan bella como Mariángel Ruiz.
Nacimiento de María Lionza.
Su
padre ya no podría detenerla y la joven abandonó la vivienda con paso firme
hacia una bella laguna cercana al poblado, testigo del amor de sus
progenitores.
Contempló
por primera vez su bellísimo rostro en el espejo de las aguas y entró en un
estado de meditación absoluta, quizás miró en retrospectiva el incontenible
amor de sus padres y en este momento contemplativo, en perfecta armonía con la
naturaleza, desapareció en la laguna encantada.
La
desaparición de la hija del cacique causó revuelo, su extraña belleza generaba
en la tribu admiración y devoción. Su búsqueda siempre terminaba en la laguna,
las profundas aguas estaban prohibidas. Los indios sabían que en ellas moraba
una descomunal tragavenado capaz de engullir animales de gran tamaño e incluso
personas. Cuando la búsqueda de la joven resultó infructuosa, los indios trataron
de matar a la serpiente, en la creencia de que la muchacha había sido devorada
por el reptil, el cual, con poderosos movimientos desparramó las aguas por
todos los terrenos aledaños y al instante la hermosa mujer emergió de las
profundidades, rodeada de culebras, peces serpenteaban a sus pies mientras
miles de aves revoloteaban a su alrededor. Cabalgaba sobre una danta y la
acompañaba una hermosa y esbelta onza en actitud vigilante.
El
bello felino le prestó el nombre y los Caquetíos comenzaron a llamarla María de
la Onza o María Lionza. La mujer tomó la montaña de Sorte como su refugio
Y
comenzó a aparecer en cualquier parte de la selva tropical. Los nativos
comenzaron a considerarla como la protectora de la naturaleza, de la flora y de
la fauna de todo su territorio.
La rogatoria de Mariángel.
Una
madre bondadosa que trae la fertilidad a las mujeres y a los campos, preserva
los tesoros ocultos de la montaña de Sorte, no podía fallarle. Mariángel
despertó ese día con el rostro iluminado de esperanza, pero transcurrió la
mañana y nada ocurrió. Faltaban tres días para la realización del certamen
“Miss Universo” y nada garantizaba que Venezuela participaría este año, pero la
miss estaba poseída de una extraña fe y mansedumbre, y no quería llorar.
Un
poco antes del mediodía lo supo. La presidenta de Panamá, Mireya Moscoso se
reunió con el presidente de Venevisión, Gustavo Cisneros, y la presidenta del
Miss Universo, Paula Shugart, y estaban a punto de anunciar en rueda de prensa
la ansiada decisión.
Todas
las candidatas, especialmente Colombia, exigían la presencia de Miss Venezuela.
Ese mismo día, Mariángel Ruiz viajó a Panamá con su traje de María Lionza para
representar a su país, con apenas tres días para ambientarse y ensayar los
desfiles.
La apresurada
preparación fue sumamente difícil, pero ya Mariángel estaba poseída del
espíritu del triunfo.
No
ganó con el vestido de María Lionza, diseñado por José María Almeida, y estuvo
a punto de caer cuando enredó su tacón con la cola del extraño vestido. El
vestido del mejor Traje Típico, lo ganó República Dominicana con “La diosa de
los mares”. La noche de su triunfo desfiló con un traje rojo que silueteaba su
bellísimo cuerpo de diosa del amor.
María Lionza hoy.
Vive
rodeada de animales y de hombres y mujeres que hicieron pacto con ella al
pedirle favores y con ánimas que en vida recibieron dádivas y en pago le
sirven, poniéndose a su incondicional servicio.
Está
representada en pinturas y cromos, sentada en un gran trono, rodeada de
animales y destacan a su lado un macho cabrío y un león coronado. A sus pies,
numerosas serpientes cuya presencia no es extraña en cualquier alegoría del
estado Yaracuy, en el centro-occidente venezolano, donde se ubica la montaña de
Sorte, reino de María Lionza, la región con la mayor cantidad y variedad de
ofidios en todo el país.
Por su
parte, el cantante y compositor Rubén Blades, la internacionalizó al cantar su
historia y su devoción.
Día propicio.
Los
actos de fe deben ser permanentes, pero hay un día de especial importancia para
la adoración de María Lionza: el 12 de Octubre, día de la raza, porque ella
representa el mestizaje, la reunión de las sangres india, negra y blanca que
conforman la característica étnica general de los hispanoamericanos.
El
número de los creyentes que adora a esta diosa americana es incalculable. Las
peregrinaciones a la montaña de Sorte cada día son más frecuentes. Su nombre
está ahora en la letra de poemas y canciones populares.
Desde
Caracas y desde todos los rincones del país, parten, en fechas significativas,
los peregrinos. Después de varias horas de recorrido en carro o en autobús, al
pie de la montaña, hombres y mujeres inician sus manifestaciones de fe, a pie,
por los caminos y veredas, atravesando numerosos ríos y quebradas. Llevan velas
encendidas, licores, esencias y perfumes. Los practicantes del culto invocan
otros espíritus mitificados por la creencia popular, los cuales se agrupan en
las cortes de María Lionza.
El mundo de María Lionza.
Norma
Fajardo, seguidora de esta creencia, explica que “en cualquier parte del
planeta podemos acercarnos espiritualmente a la Reina María Lionza y hermanos
en los mensajes de paz, salud y prosperidad”. En Miami, en los Estados Unidos,
cada 12 de octubre hay reuniones de este tipo.
En
nuestras propias casas -explica- podemos hacer una pequeña ofrenda. Los pasos
son los siguientes:
1.-
Encienda incienso para dar un aroma acogedor a la vivienda.
2.-
Prenda una vela de color.
3.-
Coloque sobre su mesa una bandeja de frutas y una botella de cualquier licor.
4.-
Adorne con flores el hogar.
5.-
Invite a sus amigos para conversar.
6.-
Íntimamente pida a la Reina para los suyos, paz, dicha y la prosperidad.
Una
cuestión inusitada. Rubén Blades es Panamá, su canto a María Lionza impregnó el
espíritu de los panameños y en algunos comercios y centros turísticos hay
réplicas de la escultura de Colina. En uno de estos centros, antes de regresar
a Venezuela, la maleta de Mariángel Ruiz se abrió accidentalmente y el vestido
rojo con el cual desfiló se enredó en una de estas estatuillas y cuando la miss
lo fue a levantar, un trozo de la tela se rasgó y cubrió la obra como un manto.
La reina de belleza, estupefacta, dejó el trapo allí…
Publicado originalmente en: Últimas Noticias 21 de
septiembre de 2003
HISTORIAS
DE ESPANTO Y BRINCO
62 aniversario
Página 54
1 comentario:
hola ,esta muy guapa tu pagina ,, me gustaria saber como contactar con udes,si tienen un foro o un tienes un correo electronoico. tengo muchas dudas acerca de algunos temas,y si es posible me den informacion,acaso vives en la montaña o eres habitual visitante a ella..
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