“Con
Guaicaipuro, Paramaconi –los desnudos y heroicos Caracas-, hemos de estar, y no
con las llamas que los quemaron, ni con las cuerdas que los ataron, ni con los
aceros que los degollaron, ni con los perros que los mordieron”
Exaltación
de José Martí al guapotori Guaicaipuro
Tal día como hoy, 5 de noviembre de 1569, se describe como el día que el gran jefe aborigen, el heroico guerrero Guaicaipuro, muere en batalla contra los conquistadores españoles.
Guaicaipuro fue el más célebre de los caciques del pueblo de los teques, con el título Guapotori, "Jefe de jefes", originario del grupo Teques. Pertenecía a la gran nación caribe, famosos navegantes y guerreros que dominaban las tierras del hoy estado Miranda. En 1560, Guaicaipuro y sus guerreros obligaron a las tropas enviadas por el gobernador Pablo Collado a explotar las minas de oro, a abandonar la región. También derrotó a Juan Rodríguez Suárez, establecido en el Real de Minas del mismo lugar.
A
pesar de ser conocido actualmente como Guaicaipuro, en los documentos su nombre
fue escrito como Guacaipuro II
Después
de estas batallas, el nombre de Guaicaipuro cobró gran prestigio entre todos
los pueblos. Sólo Francisco Fajardo se atrevía a permanecer en su dominio, y
contra él Guaicaipuro llevó a cabo una de su más brillantes campañas. En 1561,
Guaicaipuro reunió un gran ejército, apoyado por el cacique Guaicamacuto,
destruyó e incendió las instalaciones de Fajardo en San Francisco (Caracas) y
luego lo persiguió por la quebrada de Tacagua hasta derrotarlo completamente
cerca del pueblo de Macuto (Vargas). Fajardo se vio obligado a retirarse a El
Collado. El gran guerrero tequeño puso sitio al establecimiento. Fajardo y los
españoles, sin agua ni abastecimientos, se embarcaron y dejaron El Collado,
donde está ahora Caraballeda, en manos de los aguerridos flecheros de
Guaicaipuro.
Para
1562 Guaicaipuro dominaba todo el territorio de los pueblos de los teques y los
caracas, (actuales territorios del Área Metropolitana de Caracas y el estado
Vargas), liberado del dominio español. Cuatro años después, enterado
Guaicaipuro de que Diego de Losada avanzaba para restaurar la conquista
española en el valle de los caracas, lo esperó al frente de 600 guerreros en la
margen del río San Pedro, próximo a donde hoy llaman Las Adjuntas (Caracas).
Allí se libró la llamada, por el historiador José Oviedo y Baños, batalla de
San Pedro. Conocedor Losada del arrojo de Guaicaipuro, fue bien apertrechado
con soldados veteranos que venían de los combates contra los moros (árabes), y
con el apoyo de abundantes armas de fuego, perros amaestrados y caballos,
saliendo vencedor el español. Guaicaipuro fue obligado a batirse en retirada a
los altos de las montañas.
La
derrota no desmayó el espíritu de Guaicaipuro. Cuando Diego de Losada, en 1567,
dio por fundada una ciudad en el valle de los caracas, Guaicaipuro formó una
alianza con todos los caciques de los contornos. En las faldas del gran cerro
donde asistieron Araguaire, Aributo, Baruta, Catia, Chacao, Guaicamacuto,
Mamacuri, Naiguatá, Querequemare, Preopocunate, Uripita, Paramaconi, Urimare y
Paramacay, entre otros, se acordó reunir un gran ejército para expulsar a Diego
de Losada. Guaicaipuro prometió mil guerreros de su pueblo.
La
batalla se dio en las sabanas de Catia y se le llamó batalla de Maracapana. No
concurrieron todos los ejércitos de los caciques comprometidos porque, cuando
Paramaconi y Paramacay marchaban con sus guerreros al sitio de concentración,
se encontraron inesperadamente con Alonso Galeas y 80 soldados españoles y,
creyendo estar descubiertos, dieron marcha atrás. A pesar de esta circunstancia
que provocó confusión en los guerreros, Guaicaipuro atacó a los españoles y no
pudo vencerlos por la superioridad de las armas de fuego. Convencido Diego de
Losada de que mientras viviera Guaicaipuro no sería dueño del valle de los
caracas, dio órdenes de apresarlo y darle muerte a como diera lugar.
La
misión se le encargó a Francisco Infante. En 1569, Infante, con 80 soldados, se
enteró de dónde dormían Guaicaipuro y 20 de sus más fieles guerreros. Con el
mayor sigilo rodeó su ranchería, prendiéndole fuego. La lucha fue terrible y
sin tregua. Guaicaipuro enarbolaba una espada que había pertenecido a Rodríguez
Suárez y ofreció la más tenaz resistencia hasta que él y los suyos fueron
muertos. Contaron después los españoles que el gran jefe gritaba: “¡Matadme,
aquí me tenéis, matadme para que con mi muerte os libréis del temor que siempre
os ha causado Guaicaipuro!”.
Según
la leyenda, Guaicaipuro prendió fuego a su choza y se suicidó antes de permitir
que los españoles lo encontraran con vida. Sin embargo, la otra versión sobre
su muerte, que es la que ofrece el historiador José de Oviedo y Baños en su
obra publicada en 1723, narra que tras una larga batalla por su vida, los
españoles, imposibilitados de entrar a la choza, decidieron lanzarle una bomba
de fuego sobre el techo de paja, obligando con ello a salir a Guacaipuro que
perece luchando con la espada que le había ganado a Rodríguez Suárez.
Todos
estos datos son tomados de la obra de Oviedo y Baños, Historia de la conquista
y población de la Provincia de Venezuela, quien es el único que ofrece estos
detalles de Guaicaipuro.
FUENTES
José
de Oviedo y Baños: Historia de la Conquista y población de la provincia de
Venezuela
1 comentario:
buena historia
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