Recibimos con gozo a Jesús, quien resucitó de entre los muertos y nos dejó el maravilloso mandamiento de amor: "Amar al prójimo como a uno mismo", y esta es nuestra bandera, los seguidores del culto a María Lionza, ser instrumentos de amor para ayudar al necesitado...
Consecuentemente, Cristo será nuestra gloria y nosotros daremos gloria a Cristo con nuestras palabras y nuestras obras, según la gracia que de Él hemos recibido.
Dios se hace hombre por amor, predica el Evangelio del amor, nos ama hasta el extremo dando su vida por nosotros y su resurrección es el triunfo del amor.
Consecuentemente, Cristo será nuestra gloria y nosotros daremos gloria a Cristo con nuestras palabras y nuestras obras, según la gracia que de Él hemos recibido.
Mirando al Cielo.
Siempre con la mirada puesta en la segunda venida. Cristo vendrá para juzgarnos en el amor. Que nuestra vida sea amor a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. (Por: Fr. Carlos Lledó López, O.P.)
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