Elízabeth Pérez Madriz
La
sincronía entre la Virgen de Coromoto, la Divina Pastora y María Lionza fue uno
de los temas abordados en el taller Tradiciones musicales venezolanas en las
advocaciones marianas
Continuando
con las jornadas de intercambio de saberes denominada Tradiciones musicales
venezolanas en la veneración a la Virgen María, ayer se efectuó el taller
referido a la festividad de la Virgen de Coromoto, la Divina Pastora y la
sincronía que existe entre estas advocaciones marianas y María Lionza.
En
el evento celebrado en la sede del Instituto de las Artes Escénicas y Musicales
(IAEM), ubicado en la torre Norte del Centro Simón Bolívar, uno de los
ponentes, el musicólogo y profesor de la Universidad Nacional Experimental de
las Artes (Unearte) Nelson Hurtado, explicó que las advocaciones marianas se
celebran con música popular, por lo cual la música va a depender de la región
donde se celebre cada advocación.
Dijo
que hay una relación muy directa entre la virgen y la madre de uno, por lo cual
el culto a la virgen en sus diferentes advocaciones es algo que ha entrado muy
profundo en el alma del pueblo, “ha tenido un arraigo extraordinario en el alma
del pueblo, y el pueblo la ofrenda con su mejor regalo que es su creación”.
Foto: forosdelavirgen.org
A
la de Coromoto se le ofrenda con el joropo llanero, con arpa, cuatro y maracas,
y aunque fue declarada por el Papa XII como patrona de Venezuela, porque se le
apareció al indio Coromoto, esta expresión mariana no despierta el mayor fervor
en el pueblo.
Foto: Desde La Plaza
En
tal sentido señaló que la procesión más grande que se hace en Latinoamérica es
la de la Virgen la Divina Pastora, después de la de Guadalupe, en México.
Comentó que la Virgen de Coromoto es venerada con joropo, pajarillo, zumba que
zumba, con letras alusivas a su festividad y a su aparición”, destacó.
En
cuanto a la virgen de la Divina Pastora precisó que “se le canta sobre todo con
música larense y música del occidente con salves, tonos, golpes y merengues
larenses y gaitas”. Acompañan los cantos con los cuatros del tamunangue, el
cinco, el doble cinco, el requinto y el cuatro tamunanguero, las maracas y el
tambor cumaco.
Foto: Ciudad CCS
El conversatorio contó con interpretaciones musicales ejecutadas por músicos de la Unearte, quienes mostraron la música con la cual festejan a la Virgen del Valle, como décimas acompañadas por galerones, la jota, malagueñas, gaita margariteña y el punto y llanto. Los cantos a las vírgenes siempre se refieren a la maternidad, la protección, súplicas y el lugar de su aparición, dijo Hurtado.
Los musicólogos Nelson Hurtado y José Ángel Viña fueron los ponentes del taller
F/ Roberto Gil
José
Ángel Viña, musicólogo y director ejecutivo de la Compañía Nacional de Música,
ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, destacó que el
propósito de estos talleres es ver cuáles son las particularidades de esa
música dedicada a la advocación mariana para entender la relación de lo musical
y las culturas locales.
En
tal sentido explicó que aun cuando la advocación de Coromoto por ser patrona
nacional tiene la particularidad de congregar todas las manifestaciones
musicales del país, y la festejan con música de todas las regiones, incluso
hasta baladas le han compuesto y le cantan también al ritmo de tambor.
Destacó
que al hacer el ejercicio de comparar el fervor del pueblo y el número de
feligreses que se movilizan en las procesiones de las distintas advocaciones
marianas “uno observa que no es La Coromoro, la virgen más popular en
Venezuela, lo cual obedece a que la declaración del patronato se da en 1950 por
parte del Papa Pío XII y ocurre que no siempre coinciden las decisiones de la
jerarquía eclesiástica con lo que son las manifestaciones de la devoción popular”.
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El fervor religioso no se
decreta
Considera
que tanto la Virgen Divina Pastora, como Nuestra Señora del Valle tienen más
devotos que la de Coormoto y se pregunta por qué y responde que “es porque esa
declaratoria de patronato nacional llegó tardío, porque ya el pueblo tenía su
corazón puesto en otra forma de religiosidad y el fervor religioso no se
decreta, no hay jerarquía eclesiástica que pueda decirle al pueblo a quien
adorar o no adorar”.
Argumentó
que en los llanos venezolanos ya había una figura de adoración de los pueblos
originarios y el proceso que da con la virgen de Coromoto es más un proceso de
sustitución, que de inserción de la adoración mariana. Dijo que ya existía antes
de la aparición de Coromoto el fervor hacia la figura de un personaje femenino
María Lionza, un personaje que tiene poder sobre la naturaleza, creadora y
ejerce el rol de madre de la naturaleza, de espíritu y entes metafísicos y está
sembrada en lo más profundo del pueblo.
Dijo
que Coromoto, cuya aparición se da en la región llanera, está relacionada con
el inicio de la fe, similar a la Virgen de Guadalupe en México, “y es que en el
momento de la conquista la iglesia generó apariciones a través de retablos, de
estampitas para presentar la imagen de la Virgen María”.
Citó
que en el siglo XVI Fray Fernando Teresa de la Niel insinuó que era falsa la
aparición de la virgen de Guadalupe al indio y que se trató de una estrategia
de la iglesia para captar feligreses. Comentó que historias como estas se
repitieron en muchas regiones de América Latina y de Niel fue perseguido por
emitir tal juicio.
Foto: María Lionza la Madre
Mantiene arraigo el culto
a María Lionza
Viña
detalló que el culto a María Lionza sigue siendo extremadamente extendido en
Venezuela, “y se dice que el 50% de la población de Venezuela al menos una vez
ha participado en un rito a María Lionza”.
Afirmó
que en el imaginario colectivo por imposición de la fe católica al sustituir la
figura de una madre por otra, “sigue siendo una figura femenina que no es María
Lionza, sino María en la advocación de la Coromoto y a partir de 1950
casualmente coincide también en Venezuela un proceso de la aceptación popular
de la figura de María Lionza porque Alejandro Colina construye la estatua donde
María Lionza, que cabalga sobre una danta, esa imagen ya está en el imaginario
colectivo, no es inventada”, aclaró.
Sobre
la simbología de las imágenes, Viña destacó que María Lionza es considerada la
reina, tiene una corona, al igual que la virgen de Coromoto y representa a una
reina. Dijo que la imagen de la Divina Pastora guarda relación con María
Lionza, “como pastora está alrededor de unas ovejas y tiene el poder de alejar
y ahuyentar a los lobos, lo explica que la simbología de la danta fue
sustituida por la figura del lobo para reacomodar la figura femenina de María
Lionza sin que haya una alteración de la imagen”, puntualizó.
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