sábado, 4 de abril de 2020

La REINA MADRE denuncia: "Se han cometido sacrilegios en mi Montaña. No quiero más portales quiero que cada corazón sea mi portal"



Revista "Africanías" (1989)
Desde hace algún tiempo que hemos venido oyendo comentarios sobre la indignación que la Reina Madre María Lionza había expresado, por situaciones que se están sucediendo en las montañas de Sorte  y Quibayo. Estos comentarios eran sobre el uso, apartado de toda religiosidad, que se estaba haciendo de este lugar, el cual se ha convertido en cualquier cosa menos en el recinto sagrado de la Reina Madre. A veces, muchas veces, el decir popular certero, dicen que "cuando el río suena, piedras trae". En este andar y desandar nuestro, oímos y a veces callamos, porque no se puede recoger una información sin una verificación que la sustente.



Porque, según sabemos, en estos sitios existen personas encargadas de su custodia, mantenimiento y seguridad.
Pero como ya dijimos, los comentarios sobre los desmanes en las montañas sagradas de Sorte y Quibayo crecían. Estos comentarios no se producían en forma terrenal, era la propia Reina Madre quién hacía los planteamientos a través de sus materias en diferentes centros espirituales,  en donde la más de las veces sorprendía con su presencia y su actitud de agresiva pero adolorida por lo que calificaba de sumo irrespeto, incluso por algunos de sus hijos muy amados.

Tal vez, estos comentarios no nos fueron planteados en forma conveniente, quizá, pensaron lo que muchos, eran personas extrañas, que nada tenían que ver con el Culto y que se aprovechaban, pero nadie seguramente pensó en que seguidores del Culto Nacional estuvieran implicados.



El día 13 de mayo asistimos al "Centro Magnético Espiritual Yara" cuyos miembros habían organizado un homenaje a las madres con motivo de la celebración de su día. Por supuesto homenajearon a la Reina Madre, a quién le ofrendaron un bello y original portal, construído por casi todos los integrantes del centro y expresión de su amor y devoción. Fue un acto lleno de sencillez y gran amor, con gran recogimiento y alegría.

Las homenajeadas, las madres, fueron rodeadas de atenciones y cariño, recibiendo un recuerdo imperecedero de amor por parte de sus hijos y de todos los presentes.



Pero los hermanos también se hicieron presentes para dejar sus felicitaciones y sus bendiciones, y, cuando ya pensábamos que la reunión finalizaba se anunció y bajó la Reina Madre María Lionza. A través de la materia de su hijo Juan Carlos, la Reina Madre vino a dejarnos su bendición y la alegría de haberla tenido con nosotros en tan especial día. Sus vibraciones nos regocijaron y elevaron nuestros espíritus, pero a pesar de que trató de transmitirnos todo su calor maternal, había congoja en su voz la Reina Madre está triste.

El redactor de "AFRICANÍAS" se encontraba cerca del balcón del apartamento donde funciona el Centro Magnético Espiritual Yara" la Reina Madre saluda y bendice a sus hijos y se fue acercando, cuando llegó donde se encontraba este redactor, me preparé para también recibir su saludo y su bendición y para mi sorpresa comenzó por decirme:

Lobezno: Yo necesitaba que estuvieras aquí, ya es tiempo que todos sepan lo que está sucediendo mi Montaña. Todos deben de saber de los sacrilegios que se están cometiendo en mis montañas, y son mis hijos, mis propios quienes los están haciendo. (Mencionó por su nombre a una persona quien desde hace mucho ha gozado de una alta jerarquía dentro del Culto Nacional) Yo les pido a mis hijos, aquellos que no comparten la corrupción, que no vayan más a la Montaña,  Yo ya no estoy allí, no tienen nada que ir a buscar, porque allí no hay nada, yo no quiero falsos portales, No quiero más hipocresía, No quiero más frutas, ni tabaco, yo quiero que el corazón de mis hijos, cada corazón sea mi Portal; cualquier montaña es mi casa, cualquier río, mi recinto, id dónde más os guste, pero con amor, con bondad, con humildad".

La Reina Madre también habló sobre la situación del país,  nos dijo: "Mi tierra, mi gente, tiene grandes amenazas. Pero la más grande, la más peligrosa, somos nosotros mismos, tienen que unirse, ser más humildes, no saben lo que tienen, deben unirse para vencer estas pruebas transitorias, cuídense de quienes los envidian amen, amen más mucho más a mí Venezuela"

FUENTE: Revista "Africanias" Año 6 Núm. 64 (1989)

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