Transcribimos un artículo publicado como encarte en la revista católica SIC (Política, economía, sociedad e iglesia en Venezuela. Publicada desde 1938 por los jesuitas. Editada por el Centro Gumilla en Caracas) y que hace un elaborado resumen de nuestro culto, desde el punto de vista sesgado de la religión dominante en Venezuela.
El inframundo de la superstición y de la brujería
Por: J.M. GANUZA, A.J.
Está aún por hacer el estudio de las supersticiones en Venezuela. Sería de enorme interés para la religión y para la psicología. Sólo de nuestro folklore se podría extraer copioso material (1).
Alfredo Chacón ha hecho un esbozo de estudios sobre esa "feria de magia y supersticiones" que se instala durante la Semana Santa en el centro de Caracas entorno a los templos de Santa Teresa y San Francisco (2). Lástima que no haya profundizado más en el análisis del fenómeno concreto, y que el trabajo tenga tan grandes lagunas bajo el punto de vista religioso.
Aunque durante muchos años hemos vivido en medio de la feria en el templo de San Francisco, dejemos la palabra a Alfredo Chacón, señalando, sin embargo, que lo que él llama "oraciones católicas" no lo son en efecto, sino un cúmulo de frases plagadas de errores ortográficos y teológicos con apariencia de oraciones populares.
..."Los vendedores ofrecen al público una abigarrada mercancía compuesta de plantas completas, hojas enteras y fragmentadas, flores, raíces, así como también un conjunto de objetos alabados como buenos para contrarrestar la asechanza de las malas influencias y las crisis de mala suerte, entre los cuales encontramos: incienso y limaduras de ciertos metales, imán, estampas de santos y personajes míticos (como María Lionza) e históricos (como Simón Bolívar) oraciones impresas etc.
...El día jueves de Semana Santa de 1962, registramos la presencia de 17 puestos de venta, localizados en la acera principal del Teatro Municipal y los alrededores de la iglesia de Santa Teresa... De estos diecisiete ventorrillos, diez ofrecían vegetales y sahumerios y de estos 10, ocho ejercen su actividad solamente en la Semana Santa y dos durante todo el año, en sitios fijos de la ciudad. La mercancía de los siete restantes consiste en una gran variedad de objetos amuletos oraciones impresas libros de oraciones católicas y fórmulas mágico-médico-religiosas".
El autor enumera concretamente unas 100 hierbas de las que esos días se expenden en esos lugares, junto con sus virtudes medicinales y mágico-religiosas y hace una reflexión, que muchas veces nos hemos hecho nosotros y que estudiaremos más tarde en estas notas. Si no se puede concluir que, los que participan conscientemente en el culto de esos dos templos históricos y centros de la devoción estos días en la ciudad, sean los clientes de la feria de magia, lo cierto es que éstos no dejan de frecuentar los templos mencionados, o hacen por ellos su paseo ritual, por lo menos.
La tendencia fetichista de nuestra gente (y no sólo del pueblo humilde e ignorante), su devoción por lo mágico y esotérico, la pasión por el puro rito, de contenido para ellos desconocido o mal interpretado (la ceniza, el agua bendita, escapularios e imágenes de toda clase...), ¿no son indicativos claros de una ausencia lamentable de evangelización cristiana?
El brujo o la bruja (en el interior del país se les llama con el puro nombre indicado), la pitonisa elegante de consultorio instalado según el último grito de la moda, el gurú indio más o menos o falsificado, el ilusionista avispado... tienen amplia clientela en nuestra sociedad.
Nuestro catolicismo elástico cubre bien las apariencias y bajo su etiqueta cabe todo. Una palabra tabú, "fanático", da vía libre... "Católico, sí, pero no fanático".
¿También en Venezuela?
Hace años estamos advirtiendo con preocupación una convergencia de hechos que nos inducían aceptar en Venezuela un fenómeno similar a la paganización del cristianismo de Haití y Brasil, aunque en escala grandemente reducida y enfoques geográficos muy limitados. Hoy, tras varios meses de observación y una investigación personal en la montaña de Sorte, durante los días de Semana Santa de este año, creemos estar capacitados para sacar algunas conclusiones y elevar nuestro grito de alarma.
Hay zonas en Venezuela que podríamos llamar de "infestación mágica". Una de las más características es El Yaracuy. Muchas veces nos han sorprendido, al cruzarla, las extrañas procesiones nocturnas. Los brujos son elemento casi esencial de muchas de las comunidades del Estado. Por otra parte, el abandono espiritual de esta fecunda zona no es de ayer, sino que remonta a los primeros tiempos de la Colonia.
El "Estudio socio-religioso de la diócesis de Barquisimeto" realizado bajo la guía del actual Excelentísimo Sr. Arzobispo de Barquisimeto, Mons. C. Benítez de Fontúrvel por el Dr. Isidoro Alonso H. (enero-julio 1961), da una base magnifica para un análisis más profundo de la realidad religiosa del Yaracuy. Durante estos últimos años se ha realizado un meritorio esfuerzo de evangelización y ha habido un robusto crecimiento de la vida cristiana en el estado. Con todo la práctica religiosa es muy baja aún, la ignorancia religiosa muy intensa, escasísimo el número de adultos, sobre todo hombres que cumplen sus deberes de cristianos. Dos datos, que se refieren a la parte del estado perteneciente a la arquidiócesis de Barquisimeto: sólo un 3,9% de la población adulta asiste a la misa dominical, y no llegan a un 17% los matrimonios casados civil y canónicamente (6).
Repetimos que hace años está llevando a cabo una magnífica obra de recristianización. Prueba de ello es la floreciente vida cristiana de una población Industrial como Chivacoa, donde de una vida cristiana colectiva apenas nula, en quince años se ha creado una magnífica cristiandad, merced del trabajo infatigable de un celoso párroco, que con larga visión ha echado las bases de una sociedad verdaderamente cristiana mediante una red de centros de educación de la juventud. Y Chivacoa es la capital de María Lionza y en gran parte vive de su culto.
"Casi toda la población, escribe el Dr. Alonso en el trabajo citado, se considera católica y así lo ha sido tradicionalmente. En consecuencia con esto también casi todos realizan ciertos actos religiosos exigidos por la Iglesia. Ahora bien, estas prácticas universales son aquellas que se hacen para otro: bautizar, enterrar, velar... Las prácticas que se hacen para sí y por la decisión de uno mismo, disminuyen enormemente, o son raras. Y se hacen más raras a medida que exigen mayor penetración en la intimidad personal, especialmente en los hombres... Esta escala parece ser una muestra evidente de la escasa interiorización personal de la Religión"...
Y el sociólogo destaca la enorme ignorancia religiosa, aún en personas profesionales, y una religión en las clases humildes especialmente, caracterizada por el temor religioso y un culto indebido a la Virgen y a los santos.
Este cuadro religioso, que a algunos podrá parecer sombrío, refleja aunque con tintas más negras, una situación que no sólo es local y que se presenta como caldo propicio para el desarrollo del fenómeno que venimos estudiando.
El espiritismo y María Lionza
A esta luz vamos a aportar algunos de los datos que pudimos recoger en nuestra investigación en Sorte la famosa montaña de María Lionza, maravilloso balcón sobre el feraz valle del Yaracuy.
Escogimos para nuestra investigación los días de la Semana Santa, fechas que aprovechan también para concentrarse en la montaña los pretendidos cultores de María Lionza. El plenilunio añadía misterio a la noche y resaltaba los ritos exóticos.
La "montaña" estaba sembrada de pequeños grupos que se habían instalado de día en torno a pequeños altares (los llaman portales) en los que entre candelas prendidas, había ofrendas de alimentos, ron, perfumes y gruesos tabacos a los espíritus del "portal". Éstos espíritus eran de ordinario "La Reina" Maria Lionza, José Gregorio Hernández, el Negro Felipe, el indio Yaracuy, don Francisquito, ciertos caciques indios... No faltaron imágenes de la Virgen María, cuadros de la Santísima Trinidad o de Cristo.
Calculamos en más de 100 los grupitos que pernoctaban en la montaña. Integrados por un número aproximado de 10 a 20 personas cada uno, entre las que no faltaban los niños. Según pudimos averiguarlo con múltiples preguntas, todos eran espiritistas, integrantes de centros espiritistas. Una gran mayoría procedían de Maracaibo, Barquisimeto y Caracas, pero no faltaban los del Yaracuy, Coro y aún de Ciudad Bolívar. Parecían asiduos al lugar y expertos conocedores del mismo. Generalmente en cada grupo habia un médium y un jefe, y cada uno tenía contactos especiales con determinados espíritus.
Al pie de los espléndidos árboles, al amparo de una roca, pero, sobre todo, junto al río y al margen de algunos de sus innumerables pozos, instalaban su pequeño santuario. En la noche profunda presenciamos su "trabajo" y hasta nos sometimos a algunos de sus experimentos.
Los más de los brujos, torso desnudo y pantalones de baño (a veces también ellas en short) cargaban un gran crucifijo sobre el pecho juntamente con un medallón de Maria Lionza.
Nos impresiona la mezcolanza de los signos cristianos con el fetichismo y los ritos más absurdos. En uno de los "portales", en medio de un profundo silencio, cerca de la media noche, y entre vapores de incienso y oraciones mágico-cristianas presenciamos un bautismo.
Noche impresionante la que pasamos en la Quebrada de Quibayo recorriendo los extraños portales. La mayoría de los niños dormían arropados en sus cobijas, mientras los adeptos y los espíritus materializados" trabajaban entre contorsiones, gritos, plegarias, sorbos de ron "Cacique", nerviosas chupadas a sus tabacos de locha de "La Cumanesa" trances histéricos y ambiente denso de perfumes, sahumerios e incienso. No pocas veces también los niños participaban en el rito del tabaco y el ron.
Al día siguiente, Viernes Santo, otro de los días claves en la "Montaña" pudimos seguir nuestra investigación en e"El Aracal" y "La Escalinata", y asistimos al "trabajo" de la autodenominada sacerdotisa de María Lionza, Beatriz Veit-Tané, rodeadas de su grupito de extraños adeptos llegados de Caracas con ella, en lo que llaman el trono o el palacio de Maria Lionza.
Sonaba muy extraño a las 3 de la tarde del Viernes Santo, en aquel fascinador balcón desde el que se divisaba el verde valle Yaracuy, el discurso refinado, pero vacío y atiborrado de conceptos panteístas, teosóficos y pseudocristianos de la pitonisa elegante, vestida de rojo, marcada de signos esotéricos, dando profundas chupadas a sus tabacos, tomando y haciendo tomar ron y entonando a coro el Padre Nuestro y el Himno Nacional.
Pero dejemos a un lado el caso de la sacerdotisa, totalmente ignorada por los demás grupos espiritistas de Sorte, y alrededor de la cual un grupo de intelectuales y artistas quieren configurar una nueva religión mística. Aunque es difícil que olvidemos el triste espectáculo de la hijita de la elegante hechicera fumando furiosamente su grueso tabaco de camionero. Sus ideas las mismas que repitió en el Trono de "la Reina", las ha recogido en un folleto titulado "María Lionza y Yo". Quisiera destacar en él su escasa filosofía, su sincretismo, y la lista de colaboradores (7).
¿Podremos olvidar las viejecita, las tullidas, el niño con todo el pecho quemado subiendo dolorosamente la terrible pendiente de la Escalinata? ¿Y la anciana que llega fatigada y exclama casi entre sollozos: "Gracias, madrecita querida", refiriéndose a María Lionza?
Una última pincelada documental. La capilla del centro "La Divina Corte" en la hacienda "Azuaje". Camiones, carros, algunas camionetas, muchos hombres jugando al dominó, mujeres y niños charlando desde los chinchorros. Hemos tenido que atravesar la cerca, pues es propiedad privada. La capilla resplandece de velas. En el altar muchas ofrendas de alimentos, perfumes... un cuadro de la Santísima Trinidad preside, desde una cupulita, el altar. Imágenes de Cristo (hay un hermoso Corazón de Jesús en un lienzo de pared). Las imágenes importantes y los cuadros sobre la pared están recubiertos de paños morados, como en los templos cristianos. El que hace de "jefe" nos prohíbe sacar fotografías pero nos documenta a fondo. "Son espiritistas... También católicos. Cubren los santos, pero es por tradición... Los espíritus que más se manifiestan allí son José Gregorio, una negra cubana que va con frecuencia... No quiere nada con los de la "Montaña" que aunque son hermanos, no son tan serios... Él también es "médium"... A su centro "La Divina Corte" pertenecen más de 2000 socios y gente importante, políticos, militares..." Se anima con la conversación y nos alza el velo los cuadros. Allí están José Gregorio, el Negro Felipe, Simón Bolívar, el indio Yaracuy, don Francisquito, la negra cubana... Observo detrás del altar y veo, entre otras cosas, unas 6 imagencitas de "La Milagrosa" de todos los tamaños, obsequio de algunas devotas adeptas...
Conclusiones
El fenómeno descrito no es algo aislado. Se multiplica en todo el país. Sabemos que la otra falda de la Montaña de Sorte es también muy visitada por los espiritistas. Son muchas las ciudades y pueblos que presencian el extraño éxodo de grupos que acampan junto a un río y ejecutan exóticos ritos los fines de semana.
María Lionza y su mito no son sino un pretexto que utiliza el espiritismo sincretista y que le da base popular y religiosa. Su culto, sin embargo, se está extendiendo peligrosamente.
El espiritismo en las formas indicadas está penetrando aún entre gentes piadosas y miembros de asociaciones religiosas.
En muchos de los altares domésticos, que tanto gustan a nuestras gentes, no pueden faltar ya ni María Lionza, ni el Negro Felipe..., junto al Corazón de Jesús y las varias Vírgenes. El mismo hecho ocurre en los carros de puesto, por ejemplo de Caracas. Para innumerables católicos (?) María Lionza es uno de los santos de moda.
¿Podrá la iglesia cruzarse de brazos ante este fenómeno de paganizacion ya desencadenado? ¿No se hace necesaria una catequesis especial de adultos al respecto?
¿Qué fuerzas poderosas hay detrás de todo esto, interesadas activamente en acelerar el proceso?
Nos sobran datos para creer que el espiritismo "sincretista" de fachada cristiana se está organizando y unificando. Y se aprovecha de Sorte para ello.
¿No hará falta una pastoral más decidida a purificar de excreencias de nuestro catolicismo y lanzarse a una evangelización más a fondo de nuestro pueblo? ¿No hay nada que hacer respecto al culto inmoderado de los santos, a darle un contenido vital al rito, a ciertos ritos en particular?
Muchas más preguntas dejamos flotando sobre las teclas. Estas notas son un grito de alarma, tal vez un poco tardío. Ojalá sean ocasión de una revisión sincera de muchas de nuestras estructuras eclesiales y se eviten los graves males que amenazan el frágil hilito de la fe de nuestra gente.
FUENTE: Separata de la Revista SIC N. 285 Mayo 1966
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